El déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos superó US$2.500 millones
miércoles, 3 de septiembre de 2025
El reporte del Banco de la República también reveló datos de la inversión extranjera directa, que a junio sumó US$6.500 millones, un leve repunte de 1,5% frente a 2024
Manuel Alejandro Correa
En el segundo trimestre de 2025, la cuenta corriente de la balanza de pagos presentó un déficit superior a US$2.500 millones. Este monto es mayor en US$504 millones al que se reportó en el primer trimestre de este mismo año.
Comparando las cifras del PIB trimestral, el déficit alcanzó a ser de 2,5%, superior en 0,5% frente al primer trimestre de 2025. Este aumento en el indicador se debe al alza en dólares del déficit corriente, a las consecuencias de la depreciación del peso frente al dólar en las mediciones del PIB nominal en dólares, y también al efecto de los decrecimientos del PIB nominal en su valor en pesos.
En la balanza de pagos, por un lado, está la cuenta corriente, que es el flujo comercial de bienes y servicios que el país intercambia con el resto del mundo. En este rubro se encuentra la balanza comercial, la de servicios, las rentas factoriales, que son los rendimientos y operaciones derivadas de multinacionales y también remesas.
Además de la cuenta corriente, está la cuenta financiera. Es decir, todos los flujos de comercio o de inversión tienen como contraparte un financiamiento. Dentro de esta cuenta financiera están la inversión extranjera directa, las inversiones de portafolio y otros tipos de inversión, explicó César Pabón, jefe de investigaciones de Corficolombiana.
“El nivel del déficit de la cuenta corriente refleja qué tan endeudada está nuestra economía frente al mundo. A medida que este sea más alto, el país estará más endeudado, y por tanto, más expuesto ante choques internacionales y a lo que pueda pasar tanto a nivel local como internacional”, enfatizó.
Agregó que para la economía no es deseable que el déficit sea alto, porque muestra un aumento progresivo que deja al país menos preparado y más expuesto a eventualidades que vengan del exterior.
En cuanto a la inversión extranjera, en el primer semestre se recibieron US$6.579 millones, una cifra apenas superior en US$99 millones frente a lo que se recibió en el mismo lapso de 2024. Las actividades que mayor aporte hicieron fueron: minería y petróleo (30%); servicios financieros y empresariales (27%); industria manufacturera (15%); transporte y comunicaciones (6%); electricidad (4%); y el resto de sectores (18%).
En cuanto a los aportes de capital, del total de inversión extranjera directa, más de US$3.000 millones correspondieron a participaciones de capital, US$2.489 millones a reinversión de utilidades y poco más de US$1.000 millones a desembolsos netos por deudas entre empresas relacionadas con la inversión directa.
Frente a lo anterior, el representante a la Cámara, Óscar Darío Pérez, señaló que el déficit en la cuenta corriente es grave, así como también lo es el déficit fiscal. Pero añadió que lo que ha ayudado a compensar el déficit en la balanza de pagos son las remesas de connacionales que viven en el exterior, que ascienden a US$13.000 millones.
“Este déficit también es grave porque quiere decir que al país están entrando menos divisas de las que están saliendo. Eso tiene relación con la tasa de cambio y sus efectos son graves para la economía”, agregó.
En cuanto a la manera de superar este déficit, el congresista señaló que la inversión es la vía para subsanar este fenómeno. Expresó que cuando llega inversión extranjera, recursos del exterior y hay confianza inversionista, el déficit se financia; pero cuando esto no ocurre, se vuelve particularmente peligroso para la economía del país.
“Si esto se combina con un déficit fiscal galopante, con una regla fiscal vulnerada por una cláusula de escape que nos puede llevar a un déficit fiscal de 7,5% del PIB, aquí es más grave la situación, porque sería el déficit más grande que el país ha tenido en su historia”, recalcó.
En cuanto a la influencia que pueden tener las economías ilícitas en la atracción de recursos, Pérez expresó que esto impide que se haga un análisis objetivo. Señaló que, a causa de ello, el consumo está aumentando, ya que, hay mucho dólar circulando, lo que se da en un contexto de alta producción de cocaína.