Hacienda

El déficit fiscal en lo que va corrido del año llegó a los niveles que tocó en pandemia

Gráfico LR

Un alto déficit fiscal genera presiones inflacionarias, mensajes negativos a las calificadoras y pocas probabilidades de bajas en las tasas de interés

Manuel Alejandro Correa

El déficit fiscal se ubicó en 4,3% del PIB en lo que va de 2025, con cifras hasta julio; lo que se distancia del déficit acumulado de 3,4% del PIB en 2024, según lo reveló el Banco Itaú.

Gráfico LR

A lo anterior, adicionó que el déficit acumulado solo es comparable al que se registró en 2020, el cual fue de 4,2% del PIB. Los resultados mencionados señalaron que, en lo que va del año, el déficit representa 60% del objetivo que se fijó en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que es de 7,1% del PIB en 2025.

Esto se debió a un aumento en el gasto que, para los economistas de la entidad, representó 14,7% del PIB, frente a 13,9% en 2024 y 13,6% en 2020. Todo esto en un contexto en el cual hay una modesta recuperación del recaudo tributario.

Los economistas manifestaron que el déficit primario se ubicó en 1,4% del PIB; esta cifra es más amplia frente a los datos de julio de 2024, en los cuales se registró 0,7% del PIB.

A causa de lo anterior, señalaron que las cuentas fiscales siguen bajo presión debido a que se está incrementando el gasto y también a un retraso presupuestario de 2024, el cual equivale a 3% del PIB.

Por ello, Itaú estimó que el déficit fiscal nominal en 2025 finalizaría en 7,5% del PIB, frente a 6,7% registrado en 2024. Adicionalmente, en cuanto al déficit primario, señaló que este se ubicaría en 2,7% del PIB.

LOS CONTRASTES

  • José Manuel RestrepoExministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA

    “Las consecuencias más importantes de tener un alto déficit fiscal son mayores niveles de demanda forzada, que eleva los precios en la economía, y con ello retrasa la reducción de las tasas de interés”.

  • César Camilo Cermeño Director de la maestría en tributación de la Universidad de los Andes

    “El aumento en la deuda pública genera mayor dependencia a organismos financieros, aumento de las tasas de interés y afectaciones a la posibilidad de atracción de inversión extranjera”.

 

Los economistas de Bancolombia también señalaron que para 2026 el déficit podría ubicarse en 7,1%. Tanto las proyecciones de los economistas de Itaú como las de esta entidad financiera apuntan a estimaciones superiores en el déficit, frente a las que estipuló el Ministerio de Hacienda, señalando que habría un mayor margen en el desbalance de los ingresos y los gastos que tendrá el Gobierno, significando uno de los máximos desafíos que enfrentará.

“La consecuencia más importante de tener un alto déficit fiscal por tanto tiempo es que esto significa que el Estado está desfinanciado; esta desfinanciación conduce a mayores niveles de demanda forzada, que eleva los precios en la economía, es decir, ralentiza la disminución de precios y con ello retrasa la reducción de las tasas de interés de política monetaria, lo que no ayuda a la inversión del sector privado”, enfatizó el exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo.

Adicionó que esto también envía una mala señal a las calificadoras de riesgo y que puede generar una presión al alza en la tasa de cambio.

César Cermeño, profesor de la U. de los Andes, dijo que el aumento en la deuda pública genera mayor dependencia a organismos financieros, aumento de las tasas de interés y afectaciones a la posibilidad de atracción de inversión extranjera.

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