El impacto de las medidas que planteó la Misión Kemmerer, 95 años después
miércoles, 13 de junio de 2018
Se acogieron ocho recomendaciones, como la creación del Emisor y la contraloría
Juan Pablo Vega B.
Una de las grandes reformas en la institucionalidad económica del país tuvo origen hace 95 años, con la Misión Kemmerer, que dio paso a la creación de la normatividad que organizó impuestos y entidades para el control fiscal.
De un total de 10 recomendaciones hechas por la Misión, similares a las hechas para otros países de la región, el Gobierno del entonces presidente, el general Pedro Nel Ospina, acogió ocho cambios, que quedaron plasmados en leyes que persisten hasta hoy.
Las más importantes tuvieron que ver con lineamientos para ordenar la banca y el recaudo de algunos de los impuestos más importantes. Así, nacieron el Banco de la República, la Superintendencia Financiera (en ese momento Superintendencia Bancaria) y la Contraloría General de la República.
El gerente del Emisor, Juan José Echavarría, destacó que “la crisis de un banco importante terminó legitimando la creación de esta entidad”, que desde esa época goza de independencia en sus decisiones, a pesar de sectores como el agrícola, “que siempre insistieron en la necesidad de contar, más bien, con un gran banco de fomento”.
El balance que hizo Echavarría sobre el Banco Central, en diálogo con LR, es que “hemos ido aprendiendo que nunca estamos exentos de grandes choques. Algunos temas como la inflación objetivo han resultado bien. Estamos saliendo de choques todo el tiempo, como fue el petrolero de 2014”.
Muestra de eso fue el control a la inflación, en la década de 1990, que bordeaba 32%, década que tuvo que enfrentar el déficit de la cuenta corriente, luego de un superávit superior a 4%.
Además de la creación de estas instituciones, se dio paso a la ley del impuesto de renta, la ley del timbre nacional y la ley sobre la fuerza restrictiva del Presupuesto, limitando el gasto del Congreso y dejándolo en manos del Ejecutivo, como destacó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
En el momento de la Misión, “las exportaciones eran de cerca de US$300 millones al año, la gran mayoría café y tuvieron una caída de proporciones similares a las que enfrentamos en 2014, una caída de 50% en el valor de las exportaciones”, explicó Cárdenas, al reconocer que las medidas que se tomaron se tradujeron en buenas prácticas institucionales.
Sin embargo, el contralor Edgardo Maya, quien también reconoció el aporte sobre los recursos públicos, puso sobre la mesa las reformas que se han hecho en esta centenaria entidad, como la inconstitucionalidad del control de advertencia y los cambios en la nominación del contralor general.
Maya resaltó que “para avanzar en la efectividad del control fiscal, es preciso unificar este ejercicio en una sola institución, suprimiendo las 62 contralorías departamentales y municipales hoy existentes”. Dijo también que es urgente definir, antes de que termine su periodo, el vació por cuenta del acto legislativo que quitó a las cortes su función nominadora.
Por su parte, el superintendente Financiero, Jorge Castaño, destacó que la regulación financiera fue otra de la grandes reformas, “ya que el supervisor era débil y no tenía competencias suficientes para hacer coercitivas las normas existentes”.
¿Por qué el nombre del Banco de la República?
Un dato curioso dio a conocer el gerente del Emisor sobre el nombre que le fue acuñado a esta institución, que lo diferenció de los otros creados en América Latina. Juan José Echavarría explicó que “en la mayoría de países se llamaron bancos centrales, pero en Colombia no, porque había un banco privado que se llamó Banco Central y fracasó en sus políticas. Por eso no le pudieron poner ese mismo nombre”. Al tiempo, Echavarría reconoció que este es uno de los bancos más independientes del planeta. “En otros países, el gerente es nombrado por el presidente, sujeto a aprobación del Congreso. Es un cargo totalmente independiente”.