“El impacto del brote de aftosa ha sido muy bajo por el momento”

En dos meses, el ministro de Agricultura, Andrés Valencia, ha tenido que enfrentar dos grandes retos para el sector. El primero fue una crisis de precios para el sector cafetero y, más recientemente, los brotes de fiebre aftosa. El funcionario destacó los esfuerzos para evitar que el virus afecte las exportaciones de carne local.

¿Cómo van los diálogos con los países para evitar restricciones a la carne local?

El único país que por ahora ha tomado la decisión de restringir el acceso a carne colombiana es Curazao, que representa exportaciones por menos de US$200.000 al año.

¿Hay posibilidad de que más países se sumen a la medida?

No se va a ver. El cierre de los mercados es según cada país, cada uno administra de manera diferente los controles sanitarios a sus importaciones. Todos los países ya saben y están notificados por parte del organismo mundial de sanidad animal, de que en Colombia tenemos este par de brotes. Corresponde a cada país revisar sus políticas sanitarias. Los grandes mercados no han manifestado ningún cierre hasta el momento.

Algunos gremios como Unaga hablan de un impacto en las exportaciones…

No sé qué dato puede ser, lo importante es que los mercados no se cierren, esa es la gestión en la que estamos trabajando. Si los mercados se cierran habrá que medir el impacto según el nivel de exportaciones, si es carne o animales en pie al mercado que decida cerrar, pero en este momento el impacto ha sido muy bajo.

¿Por qué lo hizo Curazao?

Seguramente porque las directivas europeas que se manejan en materia de restricción sanitaria, pero otros mercados no lo han hecho y han manifestado la intención de no hacerlo.

¿Se puede afectar los procesos de admisibilidad?

Con todos los mercados estamos hablando pero, particularmente, con los mercados que están abiertos, esta es la primera línea de acción. Con los que no hay admisibilidad obviamente podrán retrasarse los procesos, pero estos son trámites que demoran mucho tiempo, pueden tomar años. Evidentemente esto podría ser un impase, pero la línea de acción es que los mercados abiertos no cierren.

¿Qué va a cambiar con el ciclo de vacunación?

El primer cambio es más por la coyuntura y es adelantarlo en Cesar y Boyacá, donde están los focos. Ahí se aceleró el proceso del ciclo, de hecho ya se está vacunando en las dos regiones del país y la idea es que empate con el resto del país, el próximo 29 de octubre. Seguramente las zonas afectadas por los focos, la recomendación técnica es que se vuelva a revacunar.

¿Cuántos animales han sido sacrificados?

En este momento se han sacrificado los 18 animales de Boyacá y todavía se está haciendo el inventario en Cesar, revisando cabeza por cabeza en el predio donde se dio el foco, para ver cuál sería el alcance en el sacrificio.

Otro sector que ha sido prioritario es el café, ¿cómo va la distribución de los $100.000 millones en apoyos?

Teniendo en cuenta que a los cuatro o cinco días de activado ese programa con el Comité Nacional de Cafeteros el precio superó el umbral, que como Gobierno planteamos en $700.000 por carga, es decir que se pudieron haber pagado los primeros tres o cuatro días y luego con la recuperación de la cotización no se está dando ningún pago. La carga ayer se estaba comercializando en $806.000 por cada carga de 125 kilos.

Pero, ¿siguen disponibles los recursos para los cafeteros?

Claro que sí, están completamente disponibles.

¿Cómo ve el llamado para pedir un precio mínimo de compra de los industriales?

Lo que dice la Federación Nacional de Cafeteros y lo que el Gobierno apoya, es que el mercado de café verde, que son exportaciones por US$25.000 millones, pero el mercado mundial de café, tostado, molido, cápsulas, puede llegar a US$250.000 millones, 10 veces más. Lo que se pide es que los industriales paguen un mejor precio, un precio justo, que reconozca el impacto en los países productores. Esto cuenta con todo el apoyo del Gobierno para que este mensaje político se dé en los espacios internacionales.