Este es el impacto del fallo dado por la Corte Constitucional en el sector de los toros

Mientras las cabalgatas se salvaron de la prohibición, hay otras actividades culturales que involucran animales que no corrieron con la misma suerte tras la decisión de la Corte Constitucional. Con esto, es un panorama difícil el que se vislumbra para las corridas de toros, los coleos, las peleas de gallos, las novilladas, el rejoneo, las becerradas y las tientas.

La sentencia busca frenar estas actividades que, consideran, son maltrato animal. Además, se reconoce a estas especies como seres sintientes y no simplemente como instrumentos al servicio de los humanos.

La ley establece una disminución de los efectos de exequibilidad de forma paulatina durante tres años para que realicen procesos de reconversión laboral y cultural en coleo y peleas de gallos.

No obstante, esta decisión representa un golpe duro para estos sectores que generan empleos directos e indirectos e impactan económicamente a otras divisiones como el turismo, la hotelería, entre otros.

Calificar a estos animales como sintientes, es una expresión que no compartió Gonzalo Santamaría, ganadero de Mondoñedo y presidente de la Corporación Libertad Cultural, quien aseguró que los toros de Lidia nacen para este tipo de actividades y que, si se acaban, esta raza muere con ellas.

“Es muy fácil decir que los animales sufren, que se les hace un maltrato, pero la verdad es que la naturaleza de estos seres, es morir en un matadero o en una plaza de toros. El toro bravo, por su naturaleza, por su fiereza y su espíritu de combate, no tienen ni idea de su sacrificio. Mientras que, al día, en Colombia mueren más de 14.000 bovinos sacrificados en las plantas cárnicas. Y de esos que son mansos, sí se dan cuenta que los están matando”, argumentó Santamaría.

Advirtió que el impacto se va a ver en todas las actividades que está prohibiendo la Corte, como la pelea de gallos.

“Si los gallos de pelea no sirven para pelear, pues se extinguen, porque hay gallos que son más aptos para la producción de carne y huevos”.

Santamaría, no dejó de expresar la preocupación que le genera este tipo de decisiones que afectan varias actividades, y aseguró que no hay nada más peligroso en una democracia que prohibir algo.

Sobre el coleo, Julio Eduardo Santos, director y fundador del Encuentro Mundial de Coleo, cuestionó esta decisión y afirmó que afecta una manifestación cultural que tiene sus leyes.

“Es un generador de turismo, de economía, en octubre se celebra el mundial de coleo, y son miles de personas que acuden de todo el país y el mundo. El año pasado a Villavicencio llegaron más de 500.000 personas en los tres días del evento. A la manga acudieron más de 35.000 personas pagando la entrada. Esto afecta terriblemente la economía”, alertó.

Destacó que es un daño que le está haciendo, sobre todo a los colombianos que viven del empleo informal que generan este tipo de actividades y eventos como el que realizan en el puente por el Día de la Raza.

“Se generan muchos empleos, los que son contratados directamente por la organización en Villavicencio y detrás de esta actividad son muchos los recursos que le genera al bienestar y a la gente de la ciudad”.