Economía

El impuesto 4x1.000 se resiste a desaparecer de la economía

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David "Chato" Romero

Sin embargo, el terremoto que azotó al eje cafetero en enero de 1999 hizo que el Gobierno volviera a expedir otro decreto donde se reorientó la destinación del impuesto para atender los efectos del desastre natural. Pero en el 2000, luego de un jalón de orejas de la Corte Constitucional al Gobierno por seguir cobrando el impuesto de carácter temporal, se decide incorporarlo a la estructura tributaria de forma permanente. 

Guillermo Perry, miembro de la Comisión de expertos, señaló en la clausura del Congreso de Economía de la Universidad de los Andes que aunque hay argumentos en contra de continuar con este impuesto, es de fácil recaudo. 

De hecho, en las recomendaciones presentadas al Ministerio de Hacienda, la propuesta de reforma estructural establece mantener “con la tarifa actual y que el Gobierno evalúe la posibilidad de aumentar el porcentaje de deducibilidad para las empresas a 100%, en el momento en que las finanzas públicas así lo permitan”.

Por el lado de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras (Asobancaria) el tema de quitar el 4x1.000 de las transacciones lo dan como una pelea perdida. Sin embargo, el gremio recientemente propuso que el impuesto se mantuviera solamente para el retiro de montos superiores a los $5 millones, con el fin de desestimular el uso del efectivo. 

Según cifras de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), el 4x1.000 le generó a la Nación ingresos en 2015 por un monto de $6,7 billones. Y mientras hoy el Congreso discute en su último debate la ley de licores, la propuesta de la reforma tributaria que radicará el Gobierno en la siguiente semana, le permitirá al 4x1.000 cumplir la mayoría de edad en noviembre de este año. Lo clave, según Andrés Zambrano, docente de Economía de la Universidad de los Andes, es que se defina la hoja de ruta tributaria final para no espantar la inversión.