El IVA, renta y patrimonio, alcohol y tabaco es lo que va a tocar la reforma tributaria
martes, 19 de agosto de 2025
Durante la apertura de la discusión, el ministro argumentó que los gastos inflexibles de la política fiscal para ese año ascienden a $509 billones
Manuel Alejandro Correa
Germán Ávila, ministro de Hacienda, señaló en el primer debate del presupuesto de 2026 que una reforma tributaria es necesaria para regresar a la senda de cumplimiento de la regla fiscal. Luego añadió que la reforma tributaria contempla ajustar el IVA en productos consumidos por las personas de mayores ingresos, incrementar la “progresividad de los impuestos” sobre renta y patrimonio, gravar el tabaco y el alcohol, así como generar “nuevas dinámicas” para los tributos al carbono y al consumo.
En cuanto al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, Fepc, señaló que la destinación de casi $80 billones a los subsidios de la gasolina, a través de este pilar fiscal, es una de las principales causas del déficit fiscal.
Manifestó que se han adicionado $18,2 billones de impacto en el presupuesto, monto que fue destinado a subsidios de energía y gas.
Durante la apertura de la discusión, el ministro argumentó que los gastos inflexibles de la política fiscal para ese año ascienden a $509 billones. El funcionario hizo énfasis en los costos de la deuda y en los gastos de funcionamiento del Estado, con el fin de sustentar el monto total del presupuesto, que asciende a $557 billones.
Enrique Cabrales, presidente de la Comisión Cuarta de Senado, advirtió que el objetivo del Gobierno en el trámite del Presupuesto es que este vuelva a salir por decreto, y añadió que el proyecto está desfinanciado con $39,6 billones.
El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, señaló que el presupuesto de 2026 debe tener ajustes con la finalidad de cumplir con la regla fiscal dentro de los próximos tres años.
Concluyó que la iniciativa de ley de financiamiento, la ley de competencias y la reducción de los gastos inflexibles son complementos necesarios para garantizar la estabilidad macroeconómica.
Mientras que Luis Eduardo Llinás, director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, señaló que la meta de recaudo neto para 2025 asciende a $280,3 billones, equivalentes a 15,4% del PIB, lo que representa un incremento de 15% frente a 2024. Sin embargo, la cifra es inferior a $298,9 billones que había proyectado el Gobierno.
Los argumentos del Gobierno
Para el Gobierno, las rigideces del gasto se concentran en el pago de intereses de la deuda, los salarios de las Fuerzas Públicas y del sistema judicial, el Sistema General de Participaciones, así como en compromisos como pensiones y salud. Asimismo, advirtió sobre una caída sin precedentes en el recaudo de la Dian durante 2024, que alcanzó $18,4 billones y que, según el Ejecutivo, agravó la delicada situación de las finanzas públicas.
El Ejecutivo resaltó que los desembolsos del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, Fecp, representan 4,39% del PIB en 2025, considerando lo gastado entre 2022 y 2025. En cuanto a los subsidios a energía y gas, estos equivalen a 1% del PIB, es decir, $18,2 billones. Por su parte, las amortizaciones correspondientes a la Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional, FMI, suman $22,9 billones entre 2024 y 2025, lo que equivale a 1,26% del PIB.
Estos rubros, de acuerdo con el Ministerio de Hacienda, generan presiones fiscales que califican incluso como heredadas, y que limitan la posibilidad de avanzar en su plan de gobierno sin recurrir a medidas como una reforma tributaria o el aumento del Presupuesto General de la Nación para 2026.
En cuanto al presupuesto de 2026, el Ejecutivo proyecta un total de $557 billones, de los cuales $530,7 billones provienen de ingresos y rentas de capital, mientras que $26,3 billones se cubrirían mediante un proyecto de ley de financiamiento, lo que nuevamente enlaza el presupuesto a una reforma tributaria que, hasta ahora, no ha sido presentada.
Los ingresos totales proyectados en el presupuesto de 2026 ascienden a $556,9 billones. En cuanto al gasto, las previsiones del ministro de Hacienda indican que los de funcionamiento llegarían a $365,7 billones, el servicio de la deuda alcanzaría $102,4 billones y la inversión se ubicaría en $88,7 billones.