El presupuesto recortaría $2,6 billones en los sectores de defensa y salud en 2026

Defensa y salud son los sectores que podrían tener los mayores recortes en el Presupuesto de 2026, tras la aprobación de la ponencia en primer debate por las Comisiones Económicas, que dejó un monto de $546,9 billones para el próximo año. El rubro de defensa y Policía bajaría de $64,9 billones a $63,3 billones, en salud, la reducción sería de $75,7 billones a 74,6 billones. Es decir, si se suman los ajustes en estos, que son los sectores con mayor asignación, los recortes son de $2,6 billones.

Esos recortes se hicieron en el presupuesto de los gastos de funcionamiento, es decir, lo que cada entidad requiere para mantener su operatividad. En cuanto a las partidas para inversión, estos recursos llegarían a $84,7 billones, es decir $4 billones menos que lo presentado originalmente por el Gobierno.

Como en todo presupuesto, hay sectores que no se verían tan afectados. Entre ellos están cultura y ciencia, tecnología e innovación, que fueron a los que menos les quitaron recursos, apenas $3.000 millones.

Otros de los que menos se afectaron fue empleo público, educación y vivienda, con recortes de $4.000 millones, $5.000 millones y $7.000 millones respectivamente.

La ponencia aprobada, cuya autora fue la representante a la Cámara, Olga Lucía Velásquez, detalla que los sectores como deportes, agricultura, comercio y tecnologías de la información serían los beneficiados en el nuevo proyecto, sobre todo por los recursos que le otorgaría para inversión.

Se propuso una adición de $50.000 millones en gastos de inversión para agricultura y desarrollo rural, en comercio, industria y turismo la adición sería de $100.000 millones en gastos de funcionamiento; y los más beneficiados serían deporte con un adicional de $200.000 millones en inversión, mismo monto que le otorgarán a tecnologías de la información.

El gasto de funcionamiento y el de inversión son conceptos importantes. Mientras la inversión son los recursos que van a proyectos de inversión pública como infraestructura, educación, entre otros; los gastos de funcionamiento comprenden el dinero con el que se paga la operación del Estado.

Los cambios en la tributaria

Los impuestos a la gasolina, o el IVA a la cerveza ya no se incluirían en la reforma tributaria que busca $16,9 billones y financiaría al Presupuesto de 2026 que va por $546,9 billones, es decir, el gobierno sacrificó $10 billones de su iniciativa fiscal para lograr consensos.

Según Velásquez, esto abre el debate para la tributaria, pues habrían más impuestos que se descartarían, o se adicionarían, no obstante ya habrían gravámenes que estarían “hundidos”.

Respecto a qué pasaría si la reforma tributaria no se aprueba para financiar la política fiscal de 2026, la representante de la Alianza Verde dijo: “propongo un descuento de 90% en multas y sanciones”, y aseguró que con eso se podría llegar a recaudar cerca de $12 billones.

Para los gremios, un recorte de $10 billones no se ajusta a la realidad fiscal

María Claudia Lacouture, presidente de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham, manifestó que, aunque es positiva la reducción de $10 billones, esto es insuficiente frente al “reto fiscal”. Para ella, no se requiere una reforma tributaria, sino austeridad en el gasto público y mayor inversión productiva para impulsar el crecimiento. “El Presupuesto debe elaborarse con base en ingresos reales, no sobre supuestos inciertos. Seguir cargando a quienes ya pagan impuestos mientras el Gobierno no ajusta su gasto es insostenible”, concluyó.