El proyecto de ley que buscaba reglamentar la labor de los economistas será retirado

Gran polémica causó el proyecto de ley 216, más conocido como 'Ley del Economista', que buscaba regular el ejercicio de esta profesión en el país y adecuar el código de ética de los egresados de este programa en todo el territorio.

El documento que fue radicado ante el Congreso por el parlamentario del partido Cambio Radical, Oswaldo Arcos, establecía medidas como la prohibición de formular conceptos y opiniones que, en forma pública o privada, perjudiquen moral o profesionalmente a otro economista, a sus clientes o a terceros, así como imponer como el deber de cumplir con los requerimientos, citaciones y demás diligencias que formule u ordene el Consejo Nacional Profesional de Economía.

Este último punto fue uno de los más controversiales, que sumado a otros aspectos generó críticas y profundo debate por parte de los expertos, que tildaron el proyecto como innecesario, de regulación inconveniente e inaplicable.

Por ejemplo, César Tamayo, decano de la facultad de Economía de la Universidad Eafit, explicó que el proyecto de ley es sobre todo perjudicial para la sociedad, mas que para la actividad de los economistas.

"Introducir prohibiciones como la critica profesional o los mecanismos de competencia es un sinsentido. Amenazar con sanciones al economista que "acepte un trabajo para el que no es idóneo" puede llegar a ser arbitrario y malintencionado. Todo esto solo reduciría la competencia aun mas de lo que se limita hoy con una matricula profesional sin justificación, y sabemos que casi siempre que se reduce la entrada y competencia en un sector terminamos con un producto o servicio de inferior calidad", manifestó.

Por su parte, Catherine Pereira, decana de la Escuela Internacional de Ciencias Economicas y Administrativas de la Universidad de la Sabana, explicó que el ejercicio profesional de un economista no se debe limitar por un proyecto de ley como el que será retirado. Esto debido a que involucra entender un entorno , interpretar los efectos de las coyunturas y evaluar posibles resultados de las decisiones del estado, las personas y las organizaciones , que en un mismo momento tienen intereses y objetivos distintos.

"Ante esta realidad, la diversidad de opiniones y criterios entre economistas es la mejor expresión de lo que es humano, como lo es la capacidad de cada cual para decidir", mencionó la decana.

El decano de la facultad de Economía de la Universidad del Rosario, Carlos Sepúlveda, también manifestó su inconformidad al apuntar que el proyecto ignoraba la dinámica académica de los economistas y la historia económica del país.

"Era una ley sancionatoria. Contrario a eso debemos es promover un debate crítico de problemas económicos y no entrar a determinar si eso puede atentar contra la opinión de un colega. Si fuera por esta ley, varios premios nobeles de economía no podrían dictar clase en nuestro país", expresó Sepúlveda agregando que no iba a tener el respaldo de ninguna institución académica que tenga como misión la formación de economistas.