El sistema es vulnerable por la dependencia existente en la generación hidroeléctrica

Frente a la situación de EPM y los fallos de la contraloría, aunque el sistema como tal tiene una holgura a través de la capacidad de 17,5 GW y la demanda en su pico más alto no supera 11 GW, tenemos una vulnerabilidad ante la dependencia de la generación hídrica.

Así lo mencionó en el foro LR "Racionamiento que acecha", Amylkar Acosta, ex ministro de minas y energía, quien especificó que la generación hidroeléctrica es una de las mayores fortalezas de la matriz energética, pero, asimismo, es su talón de Aquiles.

"Es ahí donde Hidroituango es un proyecto estratégico para el país, y su atraso ha estresado el mercado energético del país y ha presionado los precios al alza", apuntó Acosta.

Frente a las subastas de reconfiguración para suplir la generación de energía en firme, la subasta de 2019 no fue tan exitosa, explicó, aspecto que ha puesto una carga adicional al sistema. En este sentido, el exjefe de la cartera energética, añadió que los problemas en infraestructura de transporte se suma a los retrasos en proyectos de energía eólica y energía solar.

Aseguró que "esto para concluir que no estamos ante un apagón, pero si ante un riesgo y eso se manifiesta en una incertidumbre, que se refleja en los precios en bolsa que está por encima en 25% del precio de hace dos años".

Así, para alcanzar el crecimiento esperado de la economía se va a necesitar más energía conforme aumenta la demanda.

Partiendo de esto, el experto agregó que existe un doble reto. Por un lado, un incremento de la demanda por la reactivación de la economía y un incremento esperada por la reconversión del aparato productivo en la medida en que se energice.

Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía, explicó que ante la preocupación por el costo de la energía que como grandes industriales, confían en que EPM va a terminar el proyecto de manera segura lo más pronto posible.

Sin embargo, hay incertidumbre. "En los análisis que hemos hecho, hay una baja probabilidad que se dé un racionamiento en el corto plazo (2023), pero no se podría descartar que pueden ocurrir cambios en las condiciones del sistema y estamos en un estado de alerta ya que si no se mantienen las condiciones, se entraría al riesgo", puntualizó Fonseca.

En este sentido, se generarían condiciones tales como desabastecimiento y un incremento en las condiciones económicas en el uso de la energía, de acuerdo a su criterio.

"Para que no haya desabastecimiento depende no solo de Hidroituango, sino de que no se retrasen otros proyectos para lograr el balance y que se adelanten otros proyectos. De que llueva suficiente, de la interconexión con Ecuador sea óptima y la demanda pueda reaccionar", manifestó.

Derivado de esto apuntó que es un equilibrio muy delicado, donde el valor de la información es muy importante, por lo que más allá de esperar el funcionamiento de Hidroituango, en aspectos como el retraso de la primera fase, tener diferente contratista y un crecimiento de la demanda como el que estamos enfrentando, se deben tener todos los elementos para manejar un posible periodo de desabastecimiento, "que no podemos descartar responsablemente", según su postulado.

Alejandro Mesa, socio del área de práctica de energía, minería e infraestructura de Baker McKenzie, afirmó frente al suministro de energía que es un tema de suma importancia, ya que el precio de la energía es un factor para la toma de decisiones industriales y de inversión.

Además recalcó que "está la moneda en la que se paga la energía, es un problema endémico al país derivado de la devaluación del peso colombiano que impacta de manera importante los proyectos desde el punto de vista extranjero".

Por fuera de la institucionalidad, además del precio de la energía, otro aspecto que afecta la confianza inversionista son las consultas previas y los temas relacionados con las comunidades.

"Lamentablemente en la agenda legislativa ha podido salir la Ley Estatutaria de Consultas Previas, y eso se constituye como un problema serio para los inversionistas para adelantar proyectos", apuntó Mesa.

En este sentido, dio a entender que Colombia es un jugador más peleando por los dólares para poder captar recursos.

"Evidentemente nuestros país tiene elementos de riesgo y si se adicionan estas condiciones, es más rentable invertir en Estados Unidos o en otros países", manifestó.