Argentina

En Argentina se estima que tres generaciones de una familia peronista sopesan su voto

Bloomberg

El Gobierno peronista enfrenta la posibilidad de ser derrotado por un libertario radical volcado a la política hace solo tres años

Reuters

El bisabuelo de Catalina Cepernic, Jorge, dueño de una granja de ovejas en la solitaria patagonia argentina, fue el primer miembro de la familia en ser conquistado por las ideas de Juan Domingo Perón, el expresidente que fundó el movimiento político más poderoso del país.

Las propuestas de Perón de mediados de la década de 1940 de mejores condiciones de trabajo, salarios y pensiones estatales resonaron en Jorge, señaló su familia, que escuchaba los discursos del líder carismático en la radio desde su granja en este recóndito punto de Sudamérica.

Los Cepernic siguen siendo una familia peronista, dijeron a Reuters tres generaciones del clan, pero su apoyo al movimiento ha flaqueado.

Eso podría ser una señal de alerta antes de la elección presidencial del domingo, que los sondeos de opinión sugieren que será muy pareja y en la que el Gobierno peronista enfrenta la posibilidad de ser derrotado por un libertario radical volcado a la política hace solo tres años.

Catalina, de 27 años, planea apoyar al peronismo, pero dijo que creía que muchos en la familia, que aún viven en la granja original y sus alrededores, votarían en blanco, lo que luego fue confirmado en entrevistas con su padre, su tía y su abuelo, hijo del fallecido Jorge.

"Algunos van a votar por (Sergio) Massa", el candidato peronista, dijo Catalina desde su hogar en la sureña provincia de Santa Cruz.

El peronismo ha tratado de preservar las promesas de justicia social de Perón, pero es un movimiento nebuloso y cambiante que a lo largo de las décadas ha elegido sus políticas de entre todo el espectro ideológico. Ha gobernado Argentina durante más de la mitad del tiempo desde la primera presidencia de Perón en la década de 1940 y ha sido el partido gobernante desde el 2019.

Ahora su candidato presidencial, el ministro de Economía Sergio Massa, se enfrenta a la posibilidad real de ser derrotado en el balotaje del domingo con Javier Milei, un libertario de extrema derecha que quiere reducir el tamaño del Estado y "detonar" el status quo político.

Esto sucede en medio de la peor crisis económica del país en dos décadas, con la inflación en 143% anual, dos quintas partes de los argentinos en la pobreza y una recesión a la vuelta de la esquina. Muchos culpan a los peronistas por estos problemas, en particular al poderoso ala de centroizquierda del movimiento.

Hasta los partidarios tradicionales del peronismo se muestran apáticos.

Catalina recuerda la emoción cuando, a los siete años, acompañaba a su bisabuelo a votar. Ahora se siente desilusionada y dice que está apoyando al peronismo solo por miedo a Milei, citando su plan para limitar el acceso a los abortos.

"En mi casa siempre estuvo presente la política", dijo. "Hoy no me identifico, la verdad, con el peronismo y no puedo saber si las propuestas que hoy tiene se acercan a lo que era el peronismo", agregó.

"UN REFLEJO DE LA SOCIEDAD"

Marcela Cepernic, de 52 años, la tía de Catalina, dijo que a lo largo de los años ha votado mayormente por el peronismo y partidos de izquierda, pero que en esta elección "no tiene el estómago" para votar a Massa debido a la crítica situación de la economía del país.

"Yo crecí en una familia peronista (y) voy a votar en blanco", dijo Marcela, una docente jubilada, desde la heladería que tiene en El Chaltén, una pequeña ciudad en Santa Cruz.

Marcela cita un refrán repetido de que Massa, de 51 años, es un político de todos los colores, algo que ha sido usado tanto para criticarlo como inconsistente como para elogiarlo como flexible y dispuesto a llegar a todos los partidos políticos.

"A veces Massa es peronista, a veces no. Ni de derecha, ni de izquierda. Se acomoda a lo que más le conviene", dijo.

La pérdida de fervor político de la familia con el paso del tiempo es ilustrativo de un cambio importante en Argentina, con el activismo mutando en resignación.

"Nuestra familia de una forma es un reflejo de la sociedad", dijo Juan Manuel Cepernic, de 54 años, el padre de Catalina. "Mis hijos no participan en la política", agregó, desde Río Gallegos, una ciudad atravesada por el viento y el frío que oficia de centro de transporte y capital de la provincia.

Santa Cruz es un bastión de los expresidentes Cristina Fernández de Kirchner y su fallecido esposo Néstor Kirchner, que gobernaron a la Argentina entre el 2003 y el 2015. Los Kirchner han sido la fuerza política dominante dentro del peronismo desde el comienzo del siglo, aunque su agenda populista dividió de forma marcada a la opinión pública y su base de poder está menguando.

El peronismo "se siente vacío de contenido", dijo Juan Manuel que, si bien prefirió no decir a quien pensaba votar, señaló que "yo no votaría a Milei en mi vida".

"Discuten personas, no temas", explicó, crítico, sobre la lógica imperante en el peronismo actual.

"TODOS APOYÁBAMOS AL PERONISMO"

La vida de los Cepernic ha estado atravesada por el peronismo.

El proyecto de una represa hidroeléctrica estatal en Santa Cruz, que cuenta con el financiamiento de China, está dedicada a la memoria del viejo Jorge Cepernic, que murió en 2010. De sus raíces agrícolas se convirtió en un activista peronista y luego gobernador de Santa Cruz en 1973, durante la tercera y última presidencia de Perón.

Jorge fue encarcelado durante la dictadura militar de 1976-1983, cuando las fuerzas armadas intentaron, una vez más en Argentina, borrar todos los trazos del peronismo de la vida pública.

"Recuerdo cuando era chico que mi abuelo estaba en la cárcel porque él pensó distinto", dijo Juan Manuel.

Cuando la democracia fue restaurada en 1983, todos en la familia apoyaban al movimiento peronista.

Su padre Marcelo se presentó como candidato del partido para la alcaldía de Río Gallegos ese año y ganó, sirviendo hasta 1987.

Marcelo, ahora de 78 años, luego hizo campaña para llevar justicia a las violaciones a los derechos humanos cometidas por los militares durante la dictadura. La compañera de fórmula de Milei, Victoria Villarruel, ha cuestionado esos juicios y defendido a oficiales hallados culpables de crímenes de lesa humanidad.

"Milei me asusta", dijo Marcelo a Reuters. Sin embargo, por la primera vez en los 40 años de la vuelta de la democracia planea votar en blanco. Admitió que siente que estaría traicionando su deber cívico, dada la historia familiar.

"Para mí (Massa) es un gran impostor, un farsante. Él ha pasado por (la) UCEDE, un partido de extrema derecha", dijo Marcelo. "Milei está absolutamente desequilibrado, yo no quiero ser responsable de ninguno de los dos casos dirigiendo el país", agregó.

Marcela, su hija dueña de la heladería, dijo que había cierta desilusión en su familia de que su generación no sea tan políticamente activa, pero ella siente que en la actualidad ningún partido refleja de manera real sus aspiraciones.

"Tenemos la política en las venas, pero no hay ningún espacio que me represente", explicó.

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