En la última década Colombia redujo el promedio de horas trabajadas por semana
lunes, 26 de julio de 2021
En 2014 Colombia contaba con más de 43 horas de trabajo en promedio por semana y para el 2017 el promedio bajó a 40 horas.
Alejandro Pastrán
La Ley 2101 de 2021 que reduce de manera gradual la jornada de trabajo en Colombia, y que fue sancionada recientemente por el presidente Iván Duque, va en la tendencia mundial que busca favorecer la productividad en concordancia con el equilibrio de la vida familiar y laboral de los trabajadores, según lo indica el informe “Reactivación económica y reformas al sistema laboral en Colombia” del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario y Alianza EFI.
Para Iván Daniel Jaramillo Jassir, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, el Convenio 47 de la OIT de 1935, no ratificado aún por Colombia, prevé la orientación internacional de la reducción de la jornada semanal de trabajo de 48 horas a 40 horas.
“La implementación de la reducción de la jornada de trabajo de 48 a 42 horas semanales se articula bajo una fórmula de implementación gradual, en el contexto de la progresiva adaptación empresarial y de la digitalización y la robotización de la organización productiva, sin afectar la remuneración y los derechos adquiridos de los trabajadores”, explicó el experto.
El informe del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario y Alianza EFI señala que: “más allá de la ausencia de ratificación de Colombia del Convenio 47 de la OIT, en la última década Colombia ha avanzado en gran medida en la reducción del promedio de horas trabajadas por semana”.
En el mismo sentido, más allá de la ausencia de inclusión de la limitación de la jornada diaria máxima en la Ley 2101, debe considerarse el respeto del mandato del Convenio 001 de 1919 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por Colombia en el año 1933, de conformidad con el cual: la duración del trabajo del personal no podrá exceder de ocho horas por día y de cuarenta y ocho por semana, añadió Jaramillo Jassir.
De cualquier forma, “resulta contrario a la demanda de articulación del sistema de equilibrio de la vida familiar y laboral, la derogatoria incluida en la Ley 2101 de 2021 del día de la familia que deriva de la Ley 1857 de 2017 y las 2 horas para actividades recreativas, culturales, deportivas o de capacitación de que trata el artículo 21 de la Ley 50 de 1990”, señaló el investigador.
Jornada laboral en el contexto internacional
El análisis muestra la evolución del promedio de horas trabajadas en algunos países de la región, algunos referentes internacionales y otras naciones que por sus características pueden llegar a ser comparables con Colombia: Brasil, Costa Rica, El Salvador, México, Perú, Filipinas y Tailandia.
“En 2014 Colombia era el segundo país con mayor número promedio de horas trabajadas, con más de 43 horas en promedio por semana y solo superada por Tailandia que se aproximaba de cerca a las 44 horas. Para 2017 Colombia ya mostraba una importante reducción, estando cerca a las 40 horas por semana y por debajo de varios países como México y El Salvador, para los cuales la tendencia de reducción de estos tres años fue mucho menos marcada”, indica el informe.
En Francia, por ejemplo, por conducto de la denominada Ley Abruy, se redujo la jornada semanal de trabajo a 35 horas. Al tiempo, el Estatuto de los Trabajadores en España limitó en el artículo 34 la jornada máxima a 40 horas semanales, dijo Jaramillo Jassir.
De la misma forma, en el año 2018, en el marco de la negociación colectiva del sector metalúrgico en Alemania, uno de los temas más relevantes de las solicitudes de los sindicatos fue la reducción voluntaria de la jornada semanal a 28 horas para aquellos trabajadores que tienen deberes familiares de asistencia a niños o personas de la tercera edad sin afectar el salario, con el compromiso de retomar la jornada completa en un lapso de 2 años, agregó el investigador.
Según el informe “Reactivación económica y reformas al sistema laboral en Colombia” del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario y Alianza EFI, además de la cantidad de trabajo, también es importante pensar en la calidad de este. El trabajo decente debe garantizar el tiempo y el espacio para que las personas tengan calidad de vida y puedan desarrollarse en los ámbitos como productividad, vida familiar, salud, entre otros.