Economía

En la última década, la industria no ha caído ni ha parado de crecer: Emisor

Andrea Carranza Garzón

Son varios los estudios y expertos que han venido hablando sobre un proceso de desindustrialización en el país en los últimos 30 años; sin embargo, el Banco de la República presentó ayer un estudio en el que se demuestra que en la primera década del siglo XXI este sector no ha caído como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) y que, de hecho, ha venido creciendo.

A mediados del año pasado, la autoridad monetaria del país abrió el Centro de Estudios Concentrados en Economía Industrial e Internacional, en Cali. Su director, Juan Esteban Carranza, Ph.D. en economía de Yale, realizó el estudio “Evolución del tamaño y la estructura vertical de la cadena de producción industrial colombiana desde 1990”, junto con la investigadora del Banco Stefany Moreno.

Este, que fue presentado ayer por el gerente general de Emisor, José Darío Uribe, y Carranza en Cali, demuestra que, aunque entre 1990 y 2000 la cadena de producción industrial dejó de crecer, en la primera década del siglo XXI esta ha tenido un crecimiento persistente, impulsado por la rama petroquímica, ni tampoco ha perdido participación en la producción total de la economía.

Entre 1990 y 2010, las firmas industriales han aumentado sustancialmente la subcontratación de sus servicios e insumos. Esta “desintegración” de la cadena productiva se refleja en una recomposición en las cuentas de la producción industrial. Por lo tanto, muchos servicios que en 1990 se producían al interior de las firmas industriales y que hacían parte de su valor agregado son hoy producidos por firmas de servicios y su valor agregado se registra en el sector servicios. Todo esto se traduce en la caída del peso relativo del valor agregado industrial en el PIB. Según el informe, la noción de “desindustrialización” se basa en los datos de participación del valor agregado industrial en el PIB, que ha pasado de ser el 23% del PIB en 1980 a ser el 13% del PIB en 2010. Pero determinar una tendencia es difícil cuando las bases del cálculo del PIB han cambiado frecuentemente (1975, 1994 y 2005).

Preocupación por una posible desindustrialización

Para a toda la industria el valor agregado pasó de ser el 33% de la producción bruta, a ser el 31% y excluyendo la petroquímica (se concentra en refinerías que son propiedad de una sola firma, Ecopetrol), el valor agregado pasó de ser el 33% al 28%. Según el informe, esta caída es notable y explica la baja de casi la sexta parte del tamaño relativo del valor agregado industrial entre 1994 y 2005. Esta es “lo que ha dado pie a la preocupación por una posible desindustrialización”.