Salud

Las EPS perdieron $2,5 billones el año pasado y solo siete de 26 tuvieron ganancias

Gráfico LR

Las entidades de salud que tuvieron utilidades totalizaron $141.000 millones y 19 presentaron pérdidas netas por $2,7 billones

María Fernanda Carmona Guzmán

Según el último boletín del observatorio Así Vamos, con el análisis de los catálogos financieros de las EPS, revelan que varias instituciones atraviesan una situación de inviabilidad financiera. Esto quiere decir que, el resultado del ejercicio de 2023, cerró con una cifra negativa de $2,5 billones.

Además, hay pérdidas en el resultado operacional y necesitan una liquidez en sus cuentas. Las cifras indican que algunas entidades muestran una baja en el resultado operacional, que representa un total de pérdida de $4,6 billones

Ahora bien, el resultado del ejercicio, entendido como cierre de ingresos, gastos y costos, el cual comprende los ingresos operacionales y aquellos derivados de rendimientos financieros y otros (ingresos totales), permite concluir que siete entidades prestaron utilidades por valor de $141.000 millones y 19 presentaron pérdidas netas de $2,7 billones. “El sistema de salud requiere liquidez con urgencia para su correcto funcionamiento, por lo que es crucial financiarlo”, explica el documento.

En contexto, los resultados muestran que durante el 2023, el pasivo de estas entidades fue mayor que el activo. Para el régimen contributivo, el pasivo correspondió a unos $13,2 billones, mientras que el activo fue de $11,9 billones, lo que llevó a que estas EPS tuvieran un patrimonio negativo de $1,3 billones.

Por otro lado, las entidades del régimen subsidiado reflejó mayores pérdidas. Solo en pasivos tuvieron un valor por $6,4 billones, mientras que los activos fueron por $2,2 billones, provocando también un patrimonio negativo por unos $4,2 billones. Según lo expuesto por el centro de pensamiento, la sumatoria de los patrimonios negativos daría un déficit mayor a $5 billones al sistema de salud.

Dichos resultados son bastante alarmantes, ya que estos valores negativos aumentaron $2,7 billones entre el 2022 y 2023, cuando en el primer año se habían reportado recursos en rojo por $2,3 billones.

Cabe resaltar que no todas las EPS cerraron negativamente, de hecho, hubo un grupo de entidades que tuvieron un patrimonio positivo, de las cuales la gran mayoría corresponde a EPS operan en ambos regímenes, siendo estas las Nueva EPS, Coosalud y Mutual Ser. No obstante, en este punto cabe aclarar que, la Nueva EPS presenta un patrimonio positivo, su intervención administrativa responde a la carencia de patrimonio adecuado.

En cuanto al resultado operacional, el informe indica que el sistema arroja una pérdida equivalente a unos $4,6 billones, donde en el valor en el contributivo corresponde a unos $2,1 billones, mientras que en el subsidiado fueron por $1,7 billones. Para las EPS que operan en ambos regímenes las bajas fueron por $711.000 millones.

“En el contributivo el resultado operacional arrojó pérdidas netas de $2,1 billones; el 26,2% se le atribuyen a la EPS Sura, con un valor de $570.000 millones, seguida de la EPS Famisanar con $541.000 millones, que representa el 24,8% del total del resultado operacional negativo”, señala la entidad.

Esto significa que los ingresos operacionales no estarían cubriendo los costos en salud y los gastos para su operación. Además, según el documento, la representación de los costos médicos sobre los ingresos, se ubicó en el 99,1% para la totalidad del régimen contributivo.

Esto significó que, para el contributivo el total de los ingresos operacionales fueron por $40,7 billones, cuando los costos médicos significaron unos $40,3 billones. Para el caso del subsidiado se estimó que los ingresos operacionales fueron por $14,9 billones y los costos médicos ascendieron a unos $15,3 billones.

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