Economía

"Es muy fácil analizar Reficar ahora y no en su momento decisivo"

David "Chato" Romero

Sobre el primer punto, que se refiere a la participación de Glencore en la compra de 51% de Reficar  (operación realizada en octubre de 2006), Gutiérrez manifiestó que "hasta donde tengo conocimiento eso se llevó a cabo con todos los procesos de transparencia y basado en los estudios que estimaban pérdidas en valor presente con la antigua refinería del orden de US$956 millones".

El expresidente de Ecopetrol mencionó que después de la compra de Glencore en Reficar,  la Junta Directiva de la refinería apruebóen noviembre de 2007 la contratación de CB&I para el contrato de ingeniería, compras y construcción.

"Pero en diciembre de 2008 vimos que con la crisis económica desatada por la caída de Lehman Brothers, Glencore hizo evidente que esa difícil situación le impedía continuar con el proyecto. Así, el gobierno nacional tenía dos opciones: salir a buscar otro inversionista, lo que llevaba a la suspensión del proyecto sin planes concretos de reiniciarlo y no tener la certeza de conseguir otro inversionist ".

Gutiérrez anotó que el otro escenario era la recompra de Reficar por parte de Ecopetrol. "Se necesitaba asegurar la capacidad de decisión sobre la ejecución y en mayo de 2009, en una decisión del gobierno y Ecopetrol, luego de valorar la conveniencia, se adquirió 51% de Glencore y se garantizó que ese proyecto se ejecutara".

Los modelos de contratación

Este es el segundo punto que abordó el expresidente de Ecopetrol y en el que arrancó por señalar que en noviembre de 2007 se tomó la decisión de contratar a CB&I para que ejecute las tres fases de la Refinería.

Para la primera etapa de ingeniería básica extendida se desarrolló bajo costos reembolsables. "Acá teníamos tres escenarios, ninguno era blanco o negro, pero las tres opciones para la segunda etapa eran: primero, un cambio de contratista que implicaba una parálisis de la obra y en el que se preveía una inactividad entre seis meses y un año y que también podría llevar a unos sobrecostos por la nueva contratación".

Esta opción llevaría a pagar una penalidad de US$50 millones a CB&I.

Ahora, el segundo escenario que tenía Ecopetrol,  según Gutiérrez, era la conversión a suma global fija. En este punto, se estaba previendo un mayor costo que estaba siendo estimado en US$700 millones.

"Esa modalidad no blindaba el proyecto porque si quedamos en invertir este monto, tanto el costo como el tiempo de ejecución podrían ser mayores y en el que el contratista podía dejar abandonado el proyecto. Y así usted tenga los pleitos judiciales, no garantizaba tener la obra ejecutada y terminaría en un elefante blanco", indicó.

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