Estos son los nombres de las 13 ministras en Agro, Salud y Ambiente desde 1990

A partir del 7 de agosto, Cecilia López, quien hace dos días renunció a la junta directiva del Banco W, ocupará la cartera de Agricultura; Carolina Corcho hará frente a los retos de la salud, y Susana Muhamad será la nueva encargada del Ministerio de Ambiente durante los cuatro años que le esperan al nuevo Gobierno, dirigido por Gustavo Petro Urrego.

En un país donde aún se habla de cuotas de género, estas tres mujeres asumirán el ejercicio que actualmente vienen liderando Fernando Ruiz; Carlos Eduardo Correa y Rodolfo Enrique Zea, como ministros de Salud, Ambiente y Agricultura, respectivamente. Con esta transición, López, Corcho y Muhamad completarían la lista de las 13 de las mujeres que han liderado estas carteras desde 1990.

El mayor reto lo tendría Cecilia López, al convertirse en la tercera ministra de Agricultura de las últimas tres décadas, repitiendo posición.

John Mario González, columnista y analista político, indica que la designación de mujeres en el gabinete es positiva. Resalta que se han ganado a pulso y con talento los espacios ministeriales, convirtiéndose en una tendencia en América Latina y Colombia. No obstante, los retos para ellas estriban más en sus posturas y hojas de vida. O al menos para dos de las nuevas ministras, según indicó.

En el caso de Carolina Corcho deberá mediar su radicalismo con un sector prevenido y desestimulado. Mientras para la ministra de Agricultura, será en primer lugar, la aceptación de su equipo económico (quien sería casi el mismo al del período de Ernesto Samper entre 1994 y 1998) y por otro lado, lograr la mayor productividad del sector agrario, disminuyendo los costos de producción sin desincentivar a los grandes agricultores e inversores del campo.

Por su parte, Patricia Muñoz Yi, docente de la facultad de ciencia política y relaciones internacionales de la Universidad Javeriana, los retos de las nuevas ministras están asociados a los objetivos “macros” que ha manifestado el presidente electo Gustavo Petro, y que se convirtieron en el pilar de su campaña como son: la reducción de la pobreza, la atención a las poblaciones más vulnerables, el acceso a la salud, la reforma agraria, la productividad de la tierra, el cuidado del medio ambiente y la protección de los recursos naturales.

Si bien, Carlos Andrés Arias Orjuela, docente maestría en Comunicación Política de la Universidad Externado y gerente de la firma Estrategia & Poder, coincidió con que, en efecto, los retos deberán ir alineados a las propuestas de Gobierno, en el gremio “hay mucha incertidumbre porque muchas de las apuestas son irrealizables o muy complejas al determinar una imposición tributaria bastante alta y una reforma del Estado excesivamente radical”.

Aún así, precisó que el Ministerio de Agricultura, tiene el gran desafío de generar una política de desarrollo y producción agrícola importante que elimine el hambre y le dé posibilidades a Colombia para convertirse en un país productor al menos para la región. Por el lado de Susana Muhamad, anunció que las iniciativas apuntarán a las mismas cuando estuvo en la Alcaldía de Bogotá. En ese orden, estarán relacionadas con el cambio climático, las economías extractivas y las consultas previas.

“En este último caso, deberán facilitar los procesos, pues las comunidades indígenas y afrocolombianas, de quienes obtuvieron un gran respaldo en la votación, no ven políticas firmes que estén articuladas con el Presupuesto General de la Nación (PGN) y sean de importancia para la agenda pública del Congreso”.

Por último, anotó que para Corcho quien ha sido defensora de la comunidad científica, el desafío está en equilibrar el financiamiento del sector de la salud con el no generamiento de políticas regresivas. También lo es, el poder desaparecer el mito por la eliminación de las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) creando una nueva figura de gobierno que supla estas necesidades.

Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), se refirió a las principales urgencias del sector enfatizando que se debe conseguir una producción rentable para los próximos cuatro años; mantener y fortalecer la capacidad de seguridad alimentaria así como el acceso económico a los consumidores, lo que indica luchar contra la inflación.

“Por último, lo más importante es lograr el desatraso del campo que va de la mano, entre otras cosas, con el presupuesto y la seguridad jurídica.

Bedoya recordó que actualmente, el panorama resulta complejo por lo ocurrido con el costo de los insumos, la reducción de áreas sembradas de algunos productos y las dificultades relacionadas con las presiones inflacionarias, que afectan especialmente a las poblaciones más vulnerables.