"Fitch reafirmó la calificación que tenemos desde que se perdió el grado de inversión"
miércoles, 20 de noviembre de 2024
Desde la agremiación aseguraron que en varios rubros, las estimaciones no son realistas, o no corresponden a la ponencia del primer debate en la Cámara
Colombia mantiene su calificación crediticia en BB+ con perspectiva estable, según Fitch Ratings. Estas evaluaciones destacan avances importantes en la estabilidad macroeconómica, la gestión de la deuda pública y el fortalecimiento institucional, aunque persisten retos estructurales. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se pronunció al respecto.
Fitch proyecta un crecimiento de 1,8% para 2024, que podría mejorar al 2,8 % en 2025, impulsado por una política monetaria menos restrictiva. En 2026, el crecimiento podría estabilizarse en 3%. Respecto a la inflación, ambas calificadoras coinciden en una reducción gradual, cerrando 2024 en 5,3% y 2025 en 3%. Fitch también anticipa una disminución de la tasa de interés a 6,5 % hacia finales de 2025.
En declaraciones recientes, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, destacó que Fitch reafirmó la calificación vigente desde que Colombia perdió el grado de inversión en 2021. Según Bonilla, la calificadora reconoció el control de la inflación, la mejora en la gestión de la deuda pública y la fortaleza institucional del país. Sin embargo, alertó sobre la inflexibilidad del gasto público, especialmente en el gasto de funcionamiento, donde 92% no puede ajustarse fácilmente.
La calificadora resalta la importancia del respaldo del Fondo Monetario Internacional, FMI, que en abril de 2024 ratificó una línea de crédito flexible de US$8.100 millones. Esto, junto con la acumulación de reservas internacionales por US$3.000 millones, fortalece la posición de Colombia frente a choques externos.
"Es importante que el Fondo Monetario Internacional nos dé el aval, ratificando la línea de crédito flexible por US$8.100 millones en los próximos dos años. También dice Fitch que tenemos riesgos y que el principal riesgo es la inflexibilidad del gasto público, particularmente en el gasto de funcionamiento, donde 92% del mismo es totalmente inflexible", dijo Bonilla.