Fuentes del nuevo sistema de salud, eje del freno en discusión de la reforma en Senado
jueves, 13 de noviembre de 2025
Anif encontró inconsistencias en cuanto a los aportes de la cotización en salud de los trabajadores y los impuestos saludables
La discusión del proyecto de reforma a la salud se mantiene frenada pese a que en la Comisión Séptima Permanente del Senado se convocaron sesiones para la jornada del martes.
Aunque el gobierno radicó un mensaje de urgencia ante la Cámara de Representantes para reanudar los debates de la reforma a la salud (todavía le restan dos debates más en Senado) y mientras se discute la tributaria, la Comisión Séptima levantó la sesión de hace dos días y aumentó la incertidumbre sobre el futuro del proyecto.
De acuerdo con la Comisión, el mensaje de urgencia no fue radicado ante el Senado (lo que radicaron a la cámara alta fue un mensaje de insistencia que solo tiene efecto después del de urgencia). Ante ello, el senador del Partido Verde, Fabián Díaz, presentó una tutela alegando una vulneración al debido proceso, participación política y al principio de legalidad del procedimiento legislativo.
"Quien aprueba el orden del día es la Comisión. El mensaje de urgencia tiene efectos, pero no genera pérdida de competencia ni invalida el trámite si el Congreso decide aplazar la deliberación para garantizar condiciones legales. Y aquí es claro que no existe mensaje de urgencia radicado para el Senado", expresó el presidente de la Comisión Séptima, Miguel Ángel Pinto.
Más allá de ello, los senadores alejados del oficialismo no han mostrado la disposición por discutir el proyecto por la falta de claridad sobre cómo se financiará el nuevo sistema de salud. Alegan que los cambios en el sistema están sujetos a la aprobación de la ley de financiamiento y, según Nadia Blel del Partido Conservador, "el Ministerio de Hacienda no ha explicado por escrito los techos fiscales y eso deja al Congreso sin la información necesaria para avanzar con responsabilidad".
Previo al anuncio de la reanudación de los debates hace casi dos meses, Anif se refirió a la situación y futuro financiero del nuevo sistema de salud y encontraron inconsistencias en la financiación del mismo, particularmente en los aportes de la cotización en salud de los trabajadores y los impuestos saludables.
En el aval fiscal que presentó el Ministerio de Hacienda en agosto, estimaron que los ingresos del nuevo sistema de salud alcanzarán $112 billones, de los cuales $44 billones vendrán de aportes de la Nación, $37,5 billones de las cotizaciones de los trabajadores en salud, $20 billones del SGP en salud, $8,2 billones de otras fuentes y $2,3 billones de los impuestos saludables.
El primer escollo está en las cotizaciones de trabajadores. El Ministerio de Hacienda detalló que estos aportes crecerán en 2031 a $43,7 billones y a $49,7 billones en 2036. Anif explicó que el crecimiento del aporte implica que más trabajadores formales entren al mercado laboral partiendo del hecho de que la informalidad es superior a 50% actualmente.
Sin embargo, detallaron que la implementación de la reforma laboral pone en riesgo estos aportes en razón de los riesgos que la informalidad aumente con la paulatina puesta en marcha de los puntos de la laboral. Estiman que en el primer año se pierdan 180.000 puestos de trabajo por tal razón.
En segundo término, los aportes de los impuestos saludables también están en tela de juicio por la naturaleza del tributo. "No debería considerarse permanente para el aseguramiento en salud (...) su propósito es corregir externalidades negativas mediante la reducción del consumo, lo que eventualmente disminuiría los ingresos fiscales de ese tributo", señaló Anif.
Detallaron que la mayor carga tributaria a estos productos ha desestimulado su consumo, pues el consumo diario pasó de 24,2% en 2022 a 19,2% en 2023 y la tendencia podría acentuarse en los próximos años. En paralelo, el Ministerio de Hacienda contempla que los aportes por este concepto sean de $2,3 billones en 2026, de $3,5 billones en 2031 y $4 billones en 2036.