"Gobierno analizaría los 180 contratos antes de decidir si cumple con el compromiso"
lunes, 21 de noviembre de 2022
Ocampo, ministro de Hacienda, dijo que cualquier transición energética que reduzca las exportaciones “tendría que ser gradual”
El Gobierno de Colombia señaló que podría dar marcha atrás en su promesa de detener nuevos proyectos de exploración de petróleo y gas, así lo dio a entender el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien aclaró que primero examinarían los contratos existentes como parte de una revisión de su industria de combustibles fósiles.
“El Gobierno analizaría los 180 contratos antes de decidir si cumple con el compromiso, luego veremos si son necesarios nuevos contratos”, dijo Ocampo, agregando que cualquier transición energética que reduzca las exportaciones “tendría que ser gradual” y priorizar el autoabastecimiento de gas”.
Y es que el petróleo y el carbón juntos representan casi la mitad de los ingresos por exportaciones del país de manera que varios analistas han apuntado que cualquier decisión frente al tema debe hacerse de manera gradual y consiente.
Dicha propuesta que fue lanzada por el ahora presidente de Colombia durante campaña se ha enfrentado no solo a fuertes criticas y desaciertos si no también a dificultades económicas, con el peso perdiendo 20% de su valor frente al dólar, superando a la mayoría de las monedas de los mercados emergentes.
De otro lado, las finanzas públicas en Colombia, la cuarta economía más grande de América Latina, se han mantenido estables pero el Banco Central espera que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)se desacelere a 0,5% en 2023 desde 7,9% pronosticado este año. Los inversores extranjeros vendieron cerca de US$1.000 millones en deuda pública el mes pasado.
Pero en defensa de este panorama salió el ministro Ocampo, quien dijo que el pronóstico no era tan malo como parecía, culpando de la caída de la inversión extranjera a las figuras de la oposición en la comunidad empresarial: “Generan pánico y luego son víctimas de ese mismo pánico”.
El economista de carrera que se tomó un año sabático de la enseñanza en la Universidad de Columbia de Nueva York para servir en el Gobierno de Petro, dijo que el Gobierno tenía como objetivo reducir el déficit fiscal del país del 7,1% este año al 4,3% en 2023, financiado en parte por una reducción de los subsidios a los combustibles. Tales movimientos podrían ayudar a Colombia a recuperar su estatus de grado de inversión después de que S&P Global y Fitch le rebajaran a BB+ el año pasado.
Balanza de pagos
El ministro Ocampo también trató de disipar los temores sobre una inminente crisis de balanza de pagos. Actualmente Colombia tiene un déficit de cuenta corriente de 5,7% del PIB, y con un dólar fuerte y la incertidumbre en el sector energético de Colombia, los analistas han advertido sobre el impacto en el pago de la deuda y los ingresos en moneda extranjera.
“Este país tiene una larga tradición de servicio de sus deudas y eso continuará”, dijo Ocampo. “El próximo año estamos hablando de llevar el déficit de cuenta corriente a 4% por ciento [del PIB] o menos”.
Pero los analistas e inversores siguen mostrándose recelosos, Munir Jalil, economista jefe para la región andina de BTG Pactual, dijo: “El país debe mostrar responsabilidad fiscal para convencer a los participantes del mercado y a los inversionistas extranjeros de que compren activos colombianos”.
Y es que Petro ha instado a las naciones ricas a abandonar los combustibles fósiles. “Los gobiernos deben poner la política a cargo para crear un plan global para desconectar los hidrocarburos de inmediato”, dijo la semana pasada en la cumbre climática COP27 en Egipto.
El reto de la nueva reforma
El proyecto de ley de reforma fiscal de Petro, que se espera que se convierta en ley este mes, tiene como objetivo recaudar alrededor de $4.000 millones el próximo año, principalmente con impuestos sobre las industrias del petróleo y el carbón.
Entre los puntos que incluye la reforma está la cancelación de un estatuto que permitía a las empresas de petróleo y carbón deducir los pagos de regalías de sus facturas de impuestos, y un impuesto extraordinario sobre las ganancias.
Ante estos los líderes de la industria petrolera dicen que las medidas corren el riesgo de disuadir a los inversores y dejar la producción paralizada, mientras que los analistas argumentan que los mensajes mixtos de la administración sobre los combustibles fósiles han exacerbado la caída del peso.
Ocampo por su parte ha buscado moderar la postura del gobierno pues cuando Petro lanzó un impuesto a la fuga de capitales, Ocampo lo rechazó en las redes sociales. Dejando un sabor en el aire que incitado a los medios colombianos han referirse a él como “el adulto de la habitación”.
“Ocampo es un par de manos seguras y uno de los ministros de Hacienda más poderosos en años”, dijo Jorge Restrepo, profesor de economía en la Universidad Javeriana de Bogotá. “Pero no puede [mantener] el apoyo de todo el gabinete cuando en parte está formado por gente que viene del activismo”.
Finalmente, y frente al tiempo de permanecía de esta importante figura en el Gobierno Petro, Ocampo dijo: “Tengo una licencia de un año de servicio público de Columbia, que se puede extender por otro año. No descarto la posibilidad de quedarme, pero este trabajo es agotador y no soy joven”.