Gobierno enfrenta nueva huelga en séptimo día consecutivo de protestas
miércoles, 27 de noviembre de 2019
Las protestas han dejado hasta ahora cuatro muertos, cientos de heridos y millonarias pérdidas materiales
Reuters
Sindicatos y estudiantes de Colombia marcharon el miércoles pacíficamente en una segunda huelga nacional en menos de una semana, en protesta por la muerte de un joven manifestante y para presionar por cambios en la política económica y social del gobierno.
Manifestantes se concentraron y marcharon en Bogotá y en otras ciudades del país de 48 millones de habitantes, provocando congestión en el tráfico vehicular, en medio de expresiones artísticas como conciertos y bailes al ritmo de tambores, mientras batían banderas de Colombia.
"Vamos rumbo a la Plaza de Bolívar a gritar a este gobierno que tenemos muchas necesidades, que estamos reclamando nuestros derechos, que estamos cansados de que no nos escuchen" dijo Oliverio Zambrano, un contador de 33 años mientras caminaba hacia el centro de la capital colombiana.
A diferencia de marchas previas que desbordaron en ataques a autobuses, estaciones de pasajeros y enfrentamientos de manifestantes con la policía, en esta ocasión las autoridades reportaron que las movilizaciones fueron pacíficas y ordenadas.
Las protestas comenzaron el jueves de la semana pasada con miles de personas movilizadas en una huelga nacional de un día.
Los manifestantes se oponen a planes económicos como un aumento en la edad para acceder a las pensiones y un recorte del salario mínimo para los jóvenes, que el presidente Iván Duque niega estar impulsando.
También protestan por lo que consideran la falta de acción del gobierno para detener la corrupción y el asesinato de cientos de activistas de derechos humanos.
Las protestas se desbordaron el jueves y el viernes de la semana pasada, cuando encapuchados saquearon comercios, destruyeron autobuses y estaciones de transporte, lo que llevó al gobierno a decretar el toque de queda en Cali y Bogotá.
Tres personas murieron en las ciudades de Buenaventura y Candelaria, en el departamento de Valle del Cauca, en medio de enfrentamientos con las Fuerzas Armadas que trataban de impedir saqueos.
CONVERSACIONES SIN AVANCES
La cantidad de manifestantes se ha reducido con el paso de los días, pero la protesta tuvo un giro inesperado el sábado cuando el joven Dilan Cruz, de 18 años, resultó herido al recibir un impacto con un proyectil de gas lacrimógeno en el cráneo cuando enfrentaba a la policía en el centro de Bogotá.
Cruz murió el lunes convirtiéndose en un símbolo para los manifestantes, que exigen al gobierno acabar con el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (Esmad) al que acusan de fuerza excesiva en sus esfuerzos por dispersar las multitudes.
Las protestas han dejado hasta ahora cuatro muertos, cientos de heridos y millonarias pérdidas materiales.
Las conversaciones entre el Comité Nacional de Paro y el gobierno están estancadas debido a que los sindicatos exigen una negociación exclusiva y rechazan ser parte de un diálogo con empresarios y los gremios al que convocó Duque como parte de una "Gran Conversación Nacional".
"Aislar el debate solamente en un sector de la población, sabiendo que esto toca las regiones, los estudiantes, los grupos, los maestros, la misma formación, la distribución, pues me parece que sería aislar, quizá, la conversación más importante que tiene el país", dijo el presidente en un acto en el que se analizaron propuestas para mejorar la educación.
Los organizadores de la protesta también rechazan una propuesta de reforma fiscal del gobierno que se debate en el Congreso, que contempla un recorte de impuestos a las empresas.
Duque anunció el martes cambios a la propuesta incluyendo la devolución del impuesto sobre las ventas a las familias más pobres, que favorecería al 20% de la población del país, y la reducción de los aportes a salud a los pensionados a un 4% desde el 12% actual.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, habló telefónicamente con Duque y le expresó el apoyo de Washington para enfrentar las protestas, al tiempo que elogió la decisión de iniciar una conversación nacional en respuesta a las manifestaciones, la que definió como una oportunidad para promover la paz, la seguridad y la prosperidad.