Gobierno tendrá que recortar $35,4 billones para cumplir con la regla fiscal en 2025
martes, 17 de diciembre de 2024
La cifra equivale a 2% del PIB. Corficolombiana señaló que los recortes y la subejecución serían las claves del ajuste para cumplir con el límite de gasto público
La caída del recaudo tributario para 2024 ocasionó que el Gobierno tuviese que ajustar varias veces el Presupuesto General con el fin de cumplir con la regla fiscal. Para Corficolombiana, además de un recorte en el Presupuesto de $35,7 billones, se tiene que hacer un ajuste adicional de $21 billones, lo que significaría recortes de $56,7 billones.
La organización detalló que el cumplimiento de la regla fiscal de 2024 dependerá “de que en el cuarto trimestre se mantenga el bajo ritmo de ejecución presupuestal observado hasta noviembre; el escenario base es que el déficit total del Gobierno central será de 5,6% del PIB en 2024, logrando cumplir la regla fiscal gracias a una combinación entre recorte del gasto y subejecución”.
La corporación financiera detalló que esto se lograría a través de la subejecución de recursos, es decir, que en cada sector se gaste menos de la totalidad de los montos disponibles. También, se hizo mención de que para cumplir con la regla fiscal en 2025, que se ubica en un déficit de 4,9%, el gasto del Gobierno central debe reducirse en $35,4 billones, lo que equivale a 2% del PIB.
“Uno de los desafíos en 2025 será el cumplimiento de la regla fiscal, es un reto porque a diferencia de lo que el Gobierno planteó de que tiene una desfinanciación de $12 billones, la realidad es que hay un desajuste cercano a $39 billones por ingresos que no se van a dar y por altos gastos”, afirmó el exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo.
En cuanto a la regla fiscal en 2024, “el recorte en el Presupuesto de $28,4 billones, cerca de $5 billones inferior al anunciado, es insuficiente para garantizar el cumplimiento de esta ley, porque el recaudo está cerca de $9 billones por debajo de la meta ajustada a la baja a mediados del año”, argumentó Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
Para el economista, “la única salida sería que la subejecución permita tener un margen adicional para acomodar la insuficiencia en el tamaño del recorte y los menores ingresos por concepto de recaudo tributario en lo corrido de 2024”.
Corficolombiana expresó que si no se hace el ajuste, el déficit para 2025 ascendería a 6,8% del PIB, con lo cual, no se cumpliría con el límite del gasto.
La entidad mencionó que persisten riesgos en el Presupuesto a mediano plazo, que son producto de la aprobación de la reforma al Sistema General de Participaciones, SGP, la reforma pensional, la crisis del mercado energético, y reformas al sistema de salud y al mercado laboral.
Recaudo tributario en 2024
La organización señaló que el recaudo tuvo una variación inferior a la proyección inicial del Gobierno. Para esta, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo que se presentó en junio de 2024, se reconoció que los ingresos tributarios serían inferiores a lo que se tenían presupuestados, y para cumplir la regla se redujo la proyección del gasto primario en $30,8 billones. Corficolombiana estima que el recaudo en 2024 sería de $248,3 billones, es decir, una caída de 5,5% frente a 2023.
La cifra es relevante porque la caída que se presentó en este rubro obligó al Gobierno a hacer varios ajustes para cumplir con la regla fiscal. Corficolombiana señaló que el recorte efectivo en el Presupuesto para 2024 ascendió a $35,7 billones.
La empresa también estimó que los ingresos del Gobierno Nacional Central en 2025 serán de $277,2 billones, cifra inferior en $39,3 billones, 2,2% del PIB, a la que se esperaba en el Presupuesto.
En 2025 habrá un desfinanciación, lo que para la compañía genera incertidumbre en la recuperación económica, presión sobre tasas de interés, el mercado de deuda, la prima de riesgo y la tasa de cambio. La organización concluyó que un anuncio negativo de una calificadora de riesgo, que esté relacionado con el incumplimiento de la regla fiscal, agregaría volatilidad a las tasas de interés de los TES y presionaría al alza las primas de riesgo y la tasa de cambio.