Hacienda y trabajo, los sectores que tienen una menor ejecución para el presupuesto

El año pasado, el Congreso aprobó un Presupuesto General de la Nación (PGN) de $405,6 billones para 2023, que fue modificado en el primer cuatrimestre de este año en un valor de $285.400 millones, por lo que las apropiaciones a abril cerraron en $405,9 billones.

Sin embargo, analistas han alertado que la ejecución, con corte a abril, está en un porcentaje bajo si se compara con años anteriores. Sin incluir el servicio de la deuda, se ha ejecutado 35,2% de los recursos, pero en ese mismo periodo de 2021 y 2022 la cifra llegaba a 41%, señaló Germán Cristancho, gerente de investigaciones económicas de Davivienda Corredores.

En concreto, según un informe del Ministerio de Hacienda, de los $405,9 billones se han comprometido $152,3 billones (37,5% incluyendo la deuda), se obligaron $107,5 billones (26,5%) y se pagaron $104,3 billones (25,7%), con corte a abril.

Davivienda Corredores señala que, en ejecución, los sectores más afectados también son los que mayor participación tienen en el presupuesto de 2023. Por ejemplo, en hacienda la ejecución es de 11,2%, mientras que en trabajo es de 12,2%. Estos dos son, precisamente, los que registran una menor ejecución.

Entre los sectores que tienen una ejecución menor a la que tenían en el mismo periodo de 2022 están TIC (61%), educación (56,1%), transporte (55,6%), comercio (54,8%), vivienda (53,2%), cultura (37,9%), agricultura (33,6%), entre otros.

“Algunos rubros como Vivienda, Cultura o Agricultura muestran un porcentaje de ejecución de gasto inferior al de los últimos dos años. No obstante, en un año de una notoria desaceleración económica, el gasto tenderá a repuntar para compensar esta tendencia”, indicó Cristancho.

Por tipo, la ejecución en gastos de funcionamiento llega a 31,4%, mientras que en servicio de la deuda el porcentaje asciende a 47,2% y en inversión a 48,1%.

“Efectivamente estamos viendo una subejecución presupuestal, en un contexto de una nueva administración que debe entender el proceso y los pasos para gastar y efectivamente ejecutar el gasto. Eso se va a seguir observando en la medida en que la administración ejecuta de manera más eficiente y aprende a gastar”, indicó David Cubides, director de investigaciones económicas de Alianza Valores.

Las cifras, por otro lado, muestran una mayor ejecución de los recursos de servicio de la deuda, con 47,2% del total con corte a abril, mientras que para el mismo periodo del año pasado la cifra era de 18,7%.

“Por el lado de la deuda, el país tiene que pagar algo más de servicio de la deuda en la medida en la que la tasa de cambio también ha sido más elevada en comparación con lo que se tenía hace un año. Así, se tiene que destinar un mayor monto de los recursos e ir ejecutando conforme a los tiempos, dado que son compromisos con actores locales y externos y hay repercusiones en caso de que no se pague”, agregó Cubides.

Los analistas concuerdan con que, en medio de la desaceleración económica prevista de este año, es necesario que desde el gasto público se contribuya a través de la ejecución del presupuesto.

“Lo que dice la teoría económica tradicional es que frente a periodos de desaceleración económica fuerte debe existir un contrapeso, que se denomina el movimiento contracíclico. Cuando hay menos generación de empleo, condiciones económicas más adversas en un contexto de alta inflación y tasas de interés, quizás el Gobierno, a través del multiplicador del gasto, pueda revertir esta tendencia para que el choque en el bienestar de la población no sea tan fuerte”, dijo Juan Camilo Pardo, analista económico de Corficolombiana.

Con esto estuvo de acuerdo Cubides, señalando que “si estamos en un contexto de desaceleración económica, sería muy importante tener la ejecución al día, para que el músculo del Gobierno supla, hasta cierta medida, ese gasto del consumo privado de los hogares que se ve resentido”.