Hacienda

"Lo clave ahora es dar a los mercados señales de tranquilidad con las políticas públicas"

Arturo José Galindo, Banco de la República

Hay expectativa por saber quién reemplazará a Galindo. Esta sería la tercera persona que pondría Duque en la Junta en este mes

Noelia Cigüenza Riaño

Pese a que el presidente Iván Duque ya anunció la designación de dos nuevos codirectores del Banco de la República en reemplazo de Ana Fernanda Maiguashca y Gerardo Hernández, todavía hay expectativa por saber quién reemplazará a Arturo José Galindo. En entrevista con LR, el economista contó las razones que le llevaron a dejar el cargo y cómo ve la economía en medio de la pandemia.

¿Por qué decide irse al cumplir un año de tomar posesión como codirector?
Los períodos de los cinco codirectores son institucionales y terminaban el 31 de enero de 2021. Después de esa fecha se dan los cambios de dos codirectores por parte del Gobierno. Yo entré en febrero de 2020 a terminar un período que ya había comenzado, y el Gobierno podía optar por renovarme por cuatro años. Desafortunadamente la pandemia ha llevado a una situación familiar que para nosotros es insostenible. Los riesgos de salud que enfrentamos en algunos miembros de la familia nos impiden continuar con una vida en la que alguno de nosotros tenga que estar viajando permanentemente.

¿Nos podría decir a qué se va a dedicar a partir de ahora, empresa privada, academia…?
Aún no lo sé. Por lo pronto, mi prioridad es terminar mi función en la Junta Directiva del Banco del República para luego estar junto a mi familia en una situación en la que minimicemos nuestros riesgos. Lo único seguro es que estaremos residiendo en EE. UU. donde se encuentran en este momento.

¿Qué tanto preocupa una deuda por encima de 61% del PIB? ¿Cuánto tiempo más puede ser sostenible ese nivel de deuda?
El incremento en la deuda pública no es un fenómeno exclusivo de Colombia. Todo el mundo, literalmente, está pasando por una situación similar. La respuesta a la crisis del covid-19 ha llevado a que eso suceda. El déficit fiscal promedio de América Latina pasó de 3,8% del PIB en 2019 a 9,7% del PIB en 2020. Cada país pudo responder de acuerdo con su espacio fiscal, pero en todos los casos la respuesta llevó a un incremento en el endeudamiento público. El hecho de que esta tendencia sea global hace que un incremento como el que vimos en Colombia no sea tremendamente perjudicial para la estabilidad de los mercados financieros del país y así, seguramente, lo evaluarán las calificadoras de riesgo.

Lo clave en este momento, creo yo, es dar a los mercados señales de tranquilidad mediante políticas públicas, en particular fiscales, direccionadas a garantizar la sostenibilidad del actual nivel de endeudamiento en el mediano plazo. Mientras más pronto suceda eso, más tranquilidad tendrán los mercados con respecto al actual nivel de endeudamiento.

¿Qué se necesita para disminuirla, una reforma fiscal?
La deuda se acumula principalmente por la materialización de déficits fiscales. Medidas encaminadas a reducirlos, ya sea mediante ajustes al gasto o a los ingresos públicos, llevarán a que se estabilice o se reduzca la deuda. En ese sentido, una reforma fiscal es importante para tal fin. Una reforma, por cierto, no necesariamente tiene que llevar a ajustes inmediatos. También puede proponer una senda de ajustes futuros.

La emergencia de salud aún está vigente y es posible que se tengan que tomar medidas adicionales para mitigar los impactos de los nuevos brotes que estamos viendo. La idea que se ha ventilado en algunos países de proponer ajustes fiscales contingentes, es decir que se activen cuando se cumplan ciertas condiciones, merece ser explorada muy seriamente.

¿Qué debería tener la tributaria que planea en el Gobierno para que fuera estructural?
El tema tributario en Colombia ha sido muy estudiado y hay varias propuestas alrededor del tipo de ajustes que se necesitan. El Gobierno tiene en sus filas a un conjunto extraordinario de economistas fiscales y no me cabe duda de que van a realizar el planteamiento que consideren técnicamente más sólido con base en tantos estudios que se han hecho, y el más viable políticamente.

¿Es de los que piensa que es necesario ampliar el IVA a todos los productos de la canasta?
Es una posibilidad que hay que explorar dentro del conjunto de alternativas.

LOS CONTRASTES

  • José Antonio OcampoExcodirector del Banco de la República

    “Me parece que el Banco de la República hizo una buena tarea el año pasado dando liquidez al mercado, reduciendo las tasas de interés o aumentando las compras de TES, entre otros”.

¿Pensaría que hay que posponer otro año más otras reformas como la laboral, qué es lo más urgente en medio de la pandemia?
Una reforma laboral es muy importante para poder crear un mercado laboral formal más robusto que sustente una recuperación sostenida de la economía. En el plano político compite con temas también cruciales como los fiscales que mencioné anteriormente. El Gobierno tendrá que evaluar la mejor manera de administrar su capital político y decidir con base en ello.

¿Son las cuarentenas focalizadas de inicio de año un riesgo para la actividad económica? ¿Eso baja de nuevo las proyecciones y se esperaría una recuperación más lenta?
Son sin duda un riesgo. Dependiendo de la duración de las medidas y en adición de las respuestas individuales de la gente para tomar medidas de distanciamiento adicionales para protegerse de los contagios, es posible que el rebrote afecte el ritmo de recuperación. De momento no he visto ajustes sustanciales a las proyecciones de actividad económica del 2021, pero es un tema que hay que ir analizando y monitoreando a lo largo de los meses.

¿La economía colombiana aguantaría otra cuarentena total?
Una cuarentena total podría tener repercusiones muy fuertes. Desde un punto de vista económico podría ser muy costoso.

¿Es 2021 el año de la recuperación o habrá que esperar a 2022?
Estoy convencido que 2021 será el año de la recuperación. El comienzo está siendo duro por la evolución de la pandemia, pero no me cabe duda de que el panorama se irá aclarando a lo largo del año y se registrarán cifras económicas y sociales significativamente mejores que las del 2020.

¿Cuáles considera entonces que son los pilares para la reactivación económica?
Hay que recordar que hasta comienzos de 2020 Colombia se veía como uno de los países con mejor dinámica económica en la región. Esta perspectiva se vio interrumpida en 2020 por la pandemia. Manejar la crisis sanitaria mediante la consolidación de un buen programa de vacunación es muy importante. Eso, en adición a enviar señales de fortalecimiento futuro de las finanzas públicas me parece lo básico para tener una reactivación sostenida.

¿Cree que hay espacio para que bajen más las tasas de interés?
Ese es un tema que evaluará la Junta Directiva del Banco de la República en cada momento como lo ha venido haciendo a lo largo de la pandemia.

¿Hasta cuándo cree que se podría mantener en el nivel actual de 1,75%?
La Junta continuará monitoreando la evolución de la actividad económica, las expectativas de inflación, y los riesgos asociados con las trayectorias previstas y decidirá con base en ello.

La inflación de 1,6% de 2020 fue la más baja de la historia según el Dane. ¿Hay alarma por deflación? ¿Cómo se puede estimular la demanda en estos momentos para que los precios no sigan cayendo?
No veo alarmas de deflación. Es cierto que la inflación de 2020 fue baja y menor a la esperada, sin embargo, la actual postura de la política monetaria es bastante expansiva. Esa postura, que busca justamente estimular la demanda, es consistente con que las expectativas de inflación en este momento se sitúen en 2,7% para 2021 y 3,1% en 2022.

¿Es peligrosa la caída del consumo?
Una contracción del consumo o de otros componentes de la demanda agregada, es un reflejo de que algo no anda bien en la economía. La contracción del consumo, de la inversión, de las importaciones y las exportaciones que vimos a lo largo del 2020 son el reflejo de una economía con una actividad económica muy débil que de perdurar podría tener impactos devastadores en los frentes sociales y productivos.

¿Qué efectos podría tener el deterioro de la cartera de crédito?
Un deterioro de la calidad de la cartera de créditos es normal cuando se pasa por una fase contractiva en los ciclos económicos. La calidad del crédito es procíclica, es decir mejora en las expansiones y empeora en las contracciones. Lo importante es tener un sistema de regulación y supervisión financiera que maneje adecuadamente esa característica del crédito y evite que un fuerte deterioro de la calidad de la cartera afecte la solvencia del sistema financiero. Afortunadamente Colombia lo tiene. Gracias a eso en el momento en que golpeó la crisis sanitaria el país contaba con un sistema financiero fuerte y esa fortaleza se ha mantenido. Diversas simulaciones y ejercicios de estrés muestran que la solidez del sistema permanece, pese al fuerte golpe de la crisis.

¿Qué tanto le preocupa una reducción del déficit externo en este contexto de pandemia?
La reducción del déficit externo refleja que hay una demanda deprimida en Colombia. En la medida en que continúe recuperándose la actividad, seguramente el déficit va a aumentar. Algunas estimaciones de analistas sugieren que el déficit de la cuenta corriente de Colombia en 2021 estará por el orden de 3,6% del PIB. Si bien es un número relativamente más bajo que el observado antes de la pandemia, es un número relativamente alto en comparación a otros países de América Latina. Por el lado positivo eso refleja una disposición importante del resto del mundo de financiar a Colombia, mayoritariamente mediante inversión extranjera directa.

¿Es partidario de un préstamo directo del Emisor al Gobierno?
Yo comparto la posición que expresó el Ministro de Hacienda repetidas veces el año pasado con respecto a este tema. El marco legal colombiano ofrece la posibilidad de hacer un préstamo del Banco de la República al Gobierno. Sin embargo, ese es un recurso de última instancia porque podría tener repercusiones adversas. En la actualidad el país tiene acceso a otras fuentes de financiamiento más sanas. Mientras eso suceda es preferible no acudir al financiamiento del Emisor.

¿Es o no buena idea emitir billetes como se ha propuesto en los últimos días y por qué?
En la medida en que el Gobierno pueda financiarse acudiendo a otras fuentes, es preferible no acudir al Emisor.

¿Las altas tasas de desempleo podrían seguir este año? ¿Cómo se puede atacar este frente?
El desempleo va a caer al recuperarse la actividad económica. La parte cíclica del desempleo va a reaccionar. Aún así la tasa de desempleo seguramente se mantendrá alta, porque en Colombia hay elementos estructurales que determinan eso. Aún antes de la pandemia, Colombia tenía una de las tasas de desempleo más altas de América Latina. Es necesario enfrentar este problema de una manera estructural.

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