Impacto de decisiones del Gobierno actual frente a exploración petrolera sería bajo

Un informe llevado a cabo en 2022 por Fedesarrollo mostró que las decisiones de este Gobierno con respecto de los yacimientos no convencionales y los nuevos contratos de exploración y producción tienen un impacto macroeconómico bajo.

Sin embargo, el mismo estudio detalla que estas medidas sí pueden afectar de la percepción de riesgos de los inversionistas privados, por lo que las inversiones que atrae el sector, que representan cerca de 20% del total que se reciben anualmente, podrían decrecer.

La proyección maneja los dos escenarios. El primero en el que se mantiene un 'Status Quo', es decir con la continuidad en los contratos de exploración y explotación; y el segundo con una baja exploración, como lo ha manifestado varias veces la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez.

Dicha brecha se comienza a notar a partir de este año. Mientras con el 'Status Quo' en 2023 se proyecta una producción de 779.400 barriles por día; esta cifra decrecería hasta 710.000 barriles por día con una exploración menor. Con el precio de hoy (US$88,2 por barril) eso significaría una diferencia de más de US$6 millones diarios entre los escenarios.

Esta diferencia comenzaría a hacerse más grande a partir de 2027 y 2028 cuando, respectivamente, los barriles que se dejarían de producir por día serían 130.000 y 200.000. Para 2030, hasta donde llegan los pronósticos del documento, de no seguir con la exploración se producirían 579.000 barriles diarios, mientras que el 'Status Quo' proporcionaría más de 904.000.

"Para el periodo entre 2026 y 2030, la demanda interna de las refinerías será atendida, pero la producción caerá. Se reducirán las exportaciones y los ingresos fiscales provenientes del sector petrolero. Las regalías también caerán, impactando las inversiones de las entidades territoriales y los recursos para su gasto corriente", dice el documento.