Dos de cada 10 hogares se mantuvieron en condición de pobreza energética en 2024

Una de las principales banderas del Gobierno en materia energética ha sido la transición hacia fuentes renovables, mientras cada vez más personas acceden al servicio de energía eléctrica a través de proyectos como Colombia Solar. Sin embargo, los resultados del Índice de Pobreza Energética 2024 evidenciaron que aproximadamente dos de cada 10 hogares continúan en condición de pobreza energética.

Si bien el dato muestra que aún 22,3% de los hogares del país se encuentra en condición de pobreza energética, esto representa una disminución de dos puntos porcentuales frente al año anterior, cuando la cifra alcanzaba 24,3%. En otras palabras, alrededor de 760.000 personas, equivalentes a 265.886 hogares, salieron de esta condición en el último año.

“Se ha establecido como prioridad posicionar a Colombia como líder en el uso de energías limpias, un compromiso orientado a conservar la vida en el planeta tierra, pero también a garantizar que las comunidades históricamente excluidas puedan gozar del derecho a la energía”, dijo el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma.

Por regiones, la mayor incidencia de pobreza energética se registra en Amazonía-Orinoquía, con 32,9%. Le siguen Caribe (29,4%), Pacífica (25,6%), Oriental (21,3%) y Central (20,2%). Bogotá, por su parte, presenta la cifra más baja, con 12,9%.

En cuanto a la situación de esta región, el Ministerio de Minas y Energía explicó que es una de las zonas donde el costo unitario de la energía registró un aumento frente al año anterior. Mientras en 2023 el costo promedio era de $923,95 por kilovatio hora, en 2024 ascendió a $1.063,69, lo que representa un incremento de $130 en tan solo 12 meses.

Esto contrasta con otras regiones: en Caribe el aumento del costo unitario fue de $97, en Pacífico de $95, en Oriental de $89 y en la Central de $64.

El Ministerio de Energía detalló que la pobreza energética incide principalmente en el aprendizaje y la comunicación (70,7%), seguida del acceso a una vivienda funcional (14,8%) y del acceso y la calidad del servicio de energía (14,5%).

Por municipios, en 2024, 226 se ubicaron en un riesgo muy bajo de pobreza energética, 223 en riesgo bajo, 226 en riesgo medio, 222 en riesgo alto y 224 en riesgo muy alto.

Los municipios de las regiones Amazonía-Orinoquía, Pacífica (excluyendo Cali, Buenaventura y Popayán) y algunos del Caribe presentan los niveles más altos de pobreza energética.

Fanny Guerrero, comisionada experta de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, destacó que se está trabajando en la revisión de los componentes tarifarios de la energía eléctrica, con el objetivo de establecer una nueva remuneración para comercializadoras y distribuidoras, buscando como fin último precios de energía eléctrica más competitivos.

“Se hizo una revisión de la remuneración de los componentes de comercialización”, dijo.

Análisis regional y departamental conservaron la misma metodología

Los resultados obtenidos a nivel regional conservan los cinco quintiles definidos para el análisis departamental. El Quintil 1 (Muy Bajo) comprende valores entre 12,87% y 20,10%; el Quintil 2 (Bajo), entre 20,11% y 23,93%; el Quintil 3 (Medio), de 23,94% a 30,82%; el Quintil 4 (Alto), de 30,83% a 35,37%; y el Quintil 5 (Muy Alto), que abarca desde 35,38% hasta 55,48%. En el análisis también se revisó el impacto de la pobreza energética en dimensiones como el acceso y calidad de la energía, vivienda digna, aprendizaje y comunicación.