Educación

Irregularidades en el PAE agudizan las cifras de deserción, reprobación y repitencia

Según el Dane, el número de hogares colombianos que acceden a tres comidas diarias disminuyó 18 puntos porcentuales en abril

Natalia Gaviria González

El Gobierno Nacional ha sido reiterativo en que la naturaleza del Programa de Alimentación Escolar (PAE) es complementar la alimentación recibida por el estudiante en su hogar y aportar a su bienestar durante la jornada académica, por lo que no debe ser considerado como un sustituto de las comidas que deben ser aportadas por sus padres o cuidadores, la realidad en el país es otra.

El Dane, a través de la encuesta de Pulso Social del mes de abril, demostró que con la llegada de la pandemia son cada vez menos los hogares que pueden asumir esta responsabilidad. Si bien, en 2019, cerca de 93% de la población lograba consumir las tres comidas diarias (el desayuno, el almuerzo y la cena), en abril de 2022, este índice se redujo en 18 puntos porcentuales (pp), ubicándose en 75%.

Esta situación, que en gran medida corresponde al efecto inflacionario por el que atraviesa el país, ha hecho que cada vez más familias colombianas, en especial aquellas en condición de vulnerabilidad, dependan de las políticas de apoyo que ofrece el Gobierno Nacional. Sin embargo, según los resultados del Dane, estas parecen no contar con la cobertura que se esperaría. Para el cuarto mes del año, sólo 40,86% de las personas que conformaban la jefatura del hogar en las 23 ciudades y áreas metropolitanas confirmaron recibir apoyo por el plan de alimentación escolar, pese al incremento de los recursos.

La Unidad de Alimentos para Aprender (Uapa) señaló que el rubro de inversión del Presupuesto General de la Nación para el PAE girados a las Entidades Territoriales Certificadas (ETC) pasó de $739.000 millones en 2018 a $1,2 billones asignados en 2022, lo que representa un incremento de 64% en el cuatrienio. Según Andrea Escobar, directora de la Fundación Empresarios por la Educación, con corte a noviembre de 2021 el cubrimiento del PAE era de 74% de los estudiantes del sector público, es decir, más de 5,8 millones de niños, niñas y adolescentes. Se espera sean seis millones al finalizar este año.

LOS CONTRASTES

  • Andrea Escobar Directora Fundación Empresarios por la Educación

    “La relación que existe entre la alimentación escolar y la permanencia de los estudiantes tiene evidencia. Reduce las tasas de deserción y disminuye indicadores de reprobación y repitencia”.

Para Escobar, así como para Carlos Alberto Peña, CEO de Sapiens Research, la relación que existe entre la alimentación escolar y la permanencia de los estudiantes tiene evidencia. Indica que además de mejorar la atención de los estudiantes, su crecimiento y por ende el desempeño en el proceso de aprendizaje, también contribuye a reducir las tasas de deserción y a disminuir los indicadores de reprobación y repitencia de los estudiantes registrados en la matrícula oficial.

En este sentido, “el programa debe partir de relacionar las necesidades nutricionales de los niños con los alimentos que hacen parte de la comunidad; por eso la participación de esta es clave para su correcto desarrollo, así como para evitar irregularidades. Los padres y cuidadores son fundamentales para reportar y apoyar en todo el proceso, desde la construcción de la minuta de alimentos hasta la entrega a los estudiantes”, afirma Escobar.

La importancia de la alimentación escolar comienza a cobrar mayor fuerza para la agenda del sistema educativo al identificar que muchas de las brechas entre el sector público y privado se originan a partir de esta dificultad.

Esta sería la razón por la que los colegios con mayor desempeño académico en el país se certifican en su área de alimentos y se enfocan en una venta de productos orgánicos y cero chatarra, según Peña. Pues a su forma de ver “sí esta área se descuida, lo más seguro es que se encuentren bajos rendimientos, deserción escolar, entre otros problemas”.

Con base en esas necesidades, la Uapa aseguró que la cobertura y funcionamiento del PAE en el país está avanzando de forma gradual. Este año, 67 ETC arrancaron con la entrega oportuna de alimentos y sólo cinco han suspendido el servicio. En este caso, el promedio estimado de días de atención es de 180, que significan el más alto en toda la historia.

De acuerdo con el Informe de Operación Semanal Inop, con corte al 9 de junio, 95 de las 96 ETC ya iniciaron con la entrega del programa. Magdalena es el único departamento que no lo ha hecho. En diciembre de 2021, el presidente Iván Duque sancionó la Ley 2167 que garantiza la estabilidad de los recursos del programa a nivel nacional, que otorga herramientas para que las ETC inicien oportunamente la operación del PAE. Sin embargo, municipios como Cartagena, Chía, Ciénaga y Pitalito aún lo tienen suspendido.

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