"La cuestión es que en el país hay muchos emprendedores, pero pocos empresarios"
viernes, 22 de noviembre de 2024
Javier Cuéllar, presidente del FNG, aseguró que la disposición de crédito debe llegar con mayor fuerza al micronegocio, lo que sería el corazón de la economía popular
Javier Cuéllar, presidente del Fondo Nacional de Garantías, FNG, hizo un llamado este jueves a trabajar por las garantías financieras de los microempresarios, y su acceso al crédito.
“Nos volcamos completamente en una apuesta que incluso va más allá de 2026. Es una apuesta del 2050. Demos un crédito a los micronegocios. Hagamos del crédito asociativo uno de los motores de transformación del país en este tiempo”, aseguró Cuéllar durante el Foro LR, ‘Garantías de Crédito’.
Entonces, la apuesta de la entidad consiste en “traer a muchos de los micronegocios y convertirlos en microempresarios al cabo de 10 años, para que en 20 años, muchos de ellos sean pequeños empresarios.
“Entonces, el reto de acceso al crédito. Es cómo hacer que ellos prosperen a través de su micronegocio y su existencia, que puedan educar a sus hijos, pero al cabo de 20 o 30 años, como sociedad, tenemos que mirar cómo hacemos que el crédito empresarial empiece a invertir en investigación y desarrollo”, explicó Cuéllar, añadiendo que “es una apuesta de largo plazo, en la que dijimos, hagamos de la economía popular nuestra prioridad”.
Bajo la idea de impulsar a este tipo de negocios, Cuéllar señaló que, históricamente, las garantías estaban enfocadas en el tejido empresarial, lo que hace que, “durante la historia del Fondo, traídos a precios del 2023, hemos garantizado en el tejido empresarial colombiano $335 billones. Pero, ni siquiera $100.000 millones en estos 43 años se han ido a personas como esta, a micronegocios y a microempresarios”.
De hecho, hizo énfasis en que algunas de las zonas del país cuentan principalmente con microempresas. “En el norte de Tolima, que es Honda, 99% de los registros de matrícula mercantil son microempresas. Aquí las grandes y medianas empresas son escasas. Este es un país, en términos empresariales, de microempresarios”.
El papel de la economía popular
Cuéllar citó al viceministro general de Hacienda, Diego Guevara, uno de los académicos que más ha estudiado la economía popular antes de que fuera tan famosa en el Gobierno, para explicar este concepto.
“La economía popular no es solamente el vendedor ambulante, porque a veces nosotros decimos, ah, es que la economía popular son ellos. Sí, son parte, pero no son necesariamente el universo de la economía popular. Aquí debemos incluir prestación de servicios básicos”, añadió Cuéllar.
Oferta de crédito
Durante su intervención, Cuéllar recalcó que el FNG no es originador de crédito, pero depende de las entidades financieras que lo hacen, destacando que no solo son los bancos, sino muchas otras firmas como las cooperativas.
“Nosotros, como Gobierno Nacional, no podemos obligar a ningún banco que le preste a un segmento de la población o a un sector económico. Ellos tienen pleno protocolo de autonomía. Y muchas veces, sus modelos de riesgo, sus apetitos a nivel de Junta Directiva, determinan un nicho en el que ellos se mueven”, explicó el funcionario, reiterando que hay algunos bancos que solo le prestan a la mediana y grande empresa.
Por lo anterior, hicieron del sector solidario de las cooperativas su mayor prioridad a nivel de vinculación. “Esto es una relación autónoma, esto es una relación comercial en donde nosotros nos sentamos a determinar si hay un interés para que con nuestras garantías se originen créditos productivos al tejido social y empresarial”.
Una de las problemáticas a las que se enfrenta el sistema financiero, y este tipo de emprendedores o micronegocios, es la presencia del fenómeno del gota a gota, con prestamistas ilegales, que dada la falta de acceso al crédito, se convierte en una alternativa peligrosa.
“Nos fuimos a recorrer un poco las calles de Cartagena y encontramos una historia, una mujer, una señora. Estimo que tiene por ahí los 55 años. Me contó que tenía tres hijos, dos nietos, y que como a ella no le han dado ningún crédito formal en la vida, tuvo que acceder una vez a un crédito en el gota a gota”, explicó Cuéllar.
Según detalló el funcionario, a esta dama le prestaron $400.000, pero ella pagaba diario una tarifa de interés de $40.000, es decir, una tasa de 10% “Eso es tan bajo, es criminal. ¿10% diaria? No hay quien subsista con un mínimo de negocio cuando gana el gota a gota. Ustedes saben lo peligroso que es el dinero del pobre. Entonces, ahí es donde tenemos un segundo compromiso del país”, dijo.
Partiendo de allí, el reto del sistema se extiende hasta promover el acceso al crédito, y “combatir de frente las mafias criminales del gota a gota a través de una garantía que sea lo suficientemente buena para que las entidades financieras entiendan que aquí para ellos hay una oportunidad de negocio y para nosotros hay una oportunidad de cumplir con la política pública y transformar social y económicamente el país”.
En su presentación, Cuéllar también aprovechó para hacer un resumen sobre cómo van los desembolsos en la entidad. De esta forma, en el periodo de Gobierno ya se superaron 40 millones, con un poco más de 1.6 millones de créditos, con la gran mayoría siendo concentrados entre cero a seis salarios mínimos. “Hacemos un control muestrado, tomamos parte de estos créditos por intermediarios y miramos cuántos de ellos son para personas de primer crédito, que no haya tenido ningún apoyo en el pasado”.
En cuánto a las cifras de crédito central, la entidad garantizó 1,2 millones de créditos garantizados en $3,72 millones.
“Seguimos dándole garantías a los micro, pequeños y medianos empresarios del país. Se han montado garantías por $32,6 bilocas en casi 200.000 operaciones. Entonces tenemos un mix donde está completamente integrado la vertical a nivel de tamaño. Aquí hay créditos entregados que vienen desde $100.000”.
El espacio para cerrar las brechas de acceso al crédito formal en el país
Javier Cuéllar, resaltó que todavía hay un margen para cerrar brechas de acceso al crédito formal en el país, siendo un gran desafío el margen entre la inclusión financiera y la inclusión crediticia. Con cifras a 2023,la inclusión financiera es de 94,6%, mientras la inclusión crediticia es de 35,3%, lo que arroja una brecha de 59,3 puntos porcentuales.
“Tenemos un objetivo común en la transformación social”, puntualizó Cuéllar y reiteró que el acceso al crédito es “un diferencial en el crecimiento de la unidad productiva”.