Economía

La apuesta por la integración financiera de Alianza del Pacífico

Mauricio Cárdenas

La integración financiera ofrece una respuesta clara a este reto. El Fondo Monetario Internacional estima que si los países de América Latina incrementaran su integración financiera hasta un punto acorde con su nivel de desarrollo, el impacto sería de entre 0,25% y 0,75% adicionales de crecimiento por año .

En ese sentido, la reunión de ministros de Hacienda de los países de la Alianza del Pacífico llevada a cabo en Santiago de Chile el pasado 10 de marzo, fue un escenario en el que se reafirmó el compromiso de nuestros gobiernos con lo que es sin lugar a dudas el ejercicio de integración financiera más prometedor de toda la región. 

¿Por qué apostarle a la Integración Financiera?
Más integración financiera representa la posibilidad de incrementar la competencia y mejorar la eficiencia en nuestros sistemas financieros, en un momento clave en el que requerimos recursos abundantes para fondear la apuesta más ambiciosa de construcción de infraestructura de las últimas décadas en la región y financiar las necesidades de inversión de las pymes. En el caso de Colombia, solo el programa de infraestructura de cuarta generación 4G va a requerir más de $52 billones para financiar 45 proyectos, de los cuales más de la mitad tendrá que provenir de fuentes distintas a la banca tradicional.

En este escenario, el reto es enorme para nuestros mercados de capitales. A pesar del desarrollo observado en años recientes, el tamaño reducido de esos mercados ha restringido su capacidad de contribuir de manera plena al crecimiento de nuestras economías. En el caso colombiano menos de 80 firmas de las más de 700.000 registradas en el país utilizan este canal de financiación.

El problema de la escala de los mercados es doble. Por un lado, limita las oportunidades de inversión para actores locales que se enfrentan a una escasez permanente de activos disponibles, y reduce el atractivo de este tipo de fondeo para firmas y proyectos que terminan dependiendo de muy pocas contrapartes para la colocación de sus acciones y bonos. Y por otro, reduce su visibilidad internacional y redunda en un menor atractivo para otros inversionistas globales de capital, como consecuencia de la falta de alternativas de inversión y la baja liquidez de estos mercados.

En este sentido, apuntarle a un mercado financiero regional es una forma muy eficiente de multiplicar el número de jugadores y de activos disponibles de una manera mucho más acelerada que lo que permitiría el crecimiento orgánico de estos mercados. Lo anterior tiene el doble beneficio de obtener mejores condiciones de financiación en el caso de empresas y proyectos, y mejores alternativas de inversión y rendimientos para los ahorradores e inversionistas. 

En el caso de los fondos de pensiones, se trata de pasar de cuatro actores en el mercado colombiano a más de 25 en los países de la Alianza, con unos recursos administrados de más de US$460.000 millones. 

¿En qué estamos trabajando?
Un capítulo central de la agenda de integración financiera es la eliminación de las barreras que impiden el acceso de los inversionistas institucionales a nuestros mercados de capitales. En particular, los ministros nos comprometimos a revisar los regímenes de inversión y las normas que restringen la inversión de las AFPs en los otros países para que esta iniciativa tenga el mayor impacto posible. 

Sin lugar a dudas, el avance más importante del último año en esta área fue alcanzado por Colombia en la reforma tributaria aprobada el pasado mes diciembre. En ella se incluyó una disposición que elimina el impuesto a la inversión extranjera de fondos de pensiones de países con los que la Superintendencia Financiera de Colombia tiene acuerdos de intercambio de información y protocolos de supervisión conjunta, como los que en la actualidad tiene con los supervisores de pensiones de Perú y de Chile. En el caso mexicano, nos comprometimos a que en los próximos meses la Superintendencia Financiera firme un Convenio de Intercambio de Información y de Supervisión conjunta con el supervisor de pensiones de ese país, para que 11 Fondos de Pensiones mexicanos queden cobijados por la disposición de la reforma tributaria. 

La segunda área de foco en la reunión de Santiago, fue la de implementar un pasaporte de fondos de inversión, que amplíe el mercado objetivo de esos productos que son el canal fundamental de acceso al mercado de capitales para los pequeños inversionistas. Este pasaporte permitiría que los fondos abiertos que sean autorizados por uno de los países puedan ser distribuidos y comercializados libremente en los demás países de la Alianza del Pacífico, algo que hoy ya puede hacerse con las acciones, los títulos de deuda y los fondos que están listados en bolsa.

Es poco probable que vayamos a tener un momento más propicio para avanzar en la integración regional como herramienta para hacer frente a los desafíos causados por la desaceleración e incertidumbre de la economía global, así como para aprovechar las oportunidades que ofrece la integración económica y financiera para asegurar un crecimiento sólido, estable e incluyente.