La baja del petróleo convierte al peso colombiano en la nueva petromoneda del mundo
miércoles, 15 de julio de 2015
Bloomberg
El culpable, una vez más, es el petróleo. Si bien Colombia ni siquiera está entre los quince primeros productores del mundo, su dependencia de las exportaciones de energía llevó la correlación del peso con el crudo al nivel más alto de los mercados emergentes. Por eso, cuando los precios el petróleo comenzaron a recuperarse a mediados de marzo, el peso subió. Pero, cuando el crudo reanudó su descenso en el último mes, la moneda colombiana registró la mayor baja entre las naciones en desarrollo.
Las consecuencias de la caída de 47% de los precios del petróleo en el último año también pueden verse en la economía general. Las autoridades rebajaron sus pronósticos de crecimiento dos veces este año y ahora predicen la expansión más lenta desde 2009, mientras que el déficit de cuenta corriente se encamina al nivel más alto en tres décadas. El ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, que calificó a la fortaleza del peso en 2013 de “la madre de todos los problemas” en tanto el banco central compraba dólares para frenar los aumentos, recibió con agrado las bajas del último año porque benefician a los exportadores cuyos productos se tornan más baratos en términos de dólar.
“Aun cuando Colombia no es un gran productor, las cuentas externas en los últimos años se volvieron tanto más dependientes del petróleo que el peso se convirtió en una petromoneda”, dijo Mario Castro, estratega de Nomura Holdings, en una entrevista telefónica desde Nueva York. “Las condiciones apuntan a aún más debilidad”.
El peso colombiano estuvo más estrechamente ligado a las fluctuaciones de los precios del petróleo del último año que las llamadas petromonedas tradicionales como el rublo ruso y el ringgit de Malasia, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg. Esto representa un cambio total respecto de los anteriores doce meses, cuando los movimientos del crudo no tuvieron gran influencia en la moneda colombiana.
Datos de correlación
En el último año, el peso tuvo una correlación semanal de 0,5 con el crudo WTI. Un registro de 1 significaría que los activos se movían al compás y en el mismo sentido, mientras que menos 1 indicaría que lo hacían en direcciones opuestas. La correlación del petróleo con el peso mexicano es de 0,10, mientras que en el caso del rublo ruso es de 0,4.
El gobernador del banco central José Darío Uribe ha dicho que la moneda es el mecanismo fundamental que tiene la economía para adaptarse a la caída de los precios del petróleo. La debilidad del peso ayuda a los productores colombianos de café y bananas y a los floricultores, cuyas quejas de los últimos años de que una moneda sobrevaluada afectaba la competitividad contaban con el apoyo de los funcionarios del gobierno.
El peso bajó 31 por ciento en el último año, el cuarto peor desempeño entre unas 150 monedas cuya evolución sigue Bloomberg. Sólo en el último mes cayó 6%.