La calificación soberana de Colombia no se afectaría por el mayor margen en el déficit
miércoles, 9 de mayo de 2018
Comité consultivo de la Regla fiscal modificó la senda para la reducción del déficit
Mario Chaves Restrepo
En febrero, Fitch publicó un informe en el que decía que las metas de déficit fiscal del año pasado se habían podido cumplir gracias a los ingresos que le dejó al Estado el pleito con las empresas de telefonía móvil, y que las de 2018 se veían cumplibles debido a un mejor crecimiento de la economía (2,8%). Pero las de 2019 se veían difíciles, dado que cerrar el próximo año con un déficit de 2,2% del PIB requeriría un ajuste fuerte en el gasto público.
Ante este panorama, no fue una gran sorpresa que el Comité consultivo de la Regla Fiscal hiciera ajustes en cuanto a sus proyecciones de déficit fiscal, con las cuales habrá más holgura para que el Gobierno pueda seguir reduciendo sus números rojos, ya que la meta proyectada en el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2017 de la convergencia del déficit a 1% del PIB ya no se daría en 2022, sino en 2027.
Leonardo Villar, director ejecutivo de Fedesarrollo y miembro del Comité, indicó que no se tocó la regla fiscal, sino que, a partir de lo que fue el bajo crecimiento económico del año pasado (1,8%), hubo que hacer ajustes en las proyecciones. Con estas cuentas, inicialmente se hará el Marco Fiscal de este año, pero será el próximo gobierno, en el segundo semestre, el que tenga que tomar determinaciones sobre el futuro de las cuentas nacionales.
“Usando los mismos criterios que ha tenido la regla, con la nueva información y con la proyección de lo que sería el crecimiento de la economía en el futuro, el resultado es esa nueva senda, que implica un ajuste más suave del déficit fiscal. La economía tendría una brecha de producto mayor, dado el crecimiento de 2017 que estuvo por debajo de lo estimado”, explicó Villar, quien agregó que este ajuste no debería tener impacto en la calificación soberana, dado que aunque el tiempo para el ajuste del déficit fiscal es mayor, no se cambian las metas de 2018 y se prevé que este año empiece un proceso de reducción en la deuda del Gobierno, que la llevará de 43,4% del PIB a 30,5% del PIB en 2029.
Juan David Ballén, director de investigaciones económicas de Casa de Bolsa, indicó que ve el cambio en la senda del déficit como un movimiento sensato, opinión compartida por Munir Jalil, economista jefe del Citi para la región Andina, quien lo calificó como un ajuste realista. A pesar de eso, ambos analistas dudan de que las calificadoras de riesgo sean tan benévolas.
“El problema que surge con lo anunciado es que genera dudas sobre la utilidad y la laxitud de la regla fiscal. Es muy cierto que el choque que sufrió la economía con la caída de los precios del petróleo fue muy fuerte, pero entonces surge la pregunta de si realmente sirve una regla fiscal que permite que el reacomodo se dé en un periodo de 12 años, y que dice que la convergencia con el déficit estructural ya no será en 2020, como se había dicho, sino que será siete años después”, afirmó Jalil.