La deuda externa del país se estima que cerrará este año entre 58% y 60% del PIB
lunes, 22 de diciembre de 2025
Las estimaciones cerraron a la baja si se comparan con lo que estaba establecido en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, pero aún así esperan que para 2026 toque máximos
El país vive una difícil situación fiscal que aseguran no cambiará mucho para el año siguiente, esto solo derivaría en un crecimiento de la deuda neta, generando mayor incertidumbre y menor confianza externa. Pero una nueva jugada del Gobierno apuesta a pagar esa deuda que llegaría a niveles que no se habían visto.
Para finales de este año se estima que la deuda neta cierre entre 58% y 60% del PIB, aunque es un porcentaje bastante alto, en los últimos días se ajustó a la baja, estando incluso inferior a las proyecciones hechas por el Gobierno en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
El aumento de gasto y los pocos ingresos originaron un déficit fiscal superior a 6%, lo que obligó al país a endeudarse un poco más, para cumplir con los compromisos financieros para garantizar la estabilidad de la Nación.
Pese a que la deuda ha tenido un manejo estable por la estrategia implementada por el Ministerio de Hacienda, las acreencias fueron uno de los motivos que llevó al Gobierno a declarar estado de emergencia económica, luego que resaltaran que necesitan recursos para cubrir los compromisos establecidos en el Presupuesto General de la Nación de 2026.
Lo que derivó que a finales de la semana pasada el ministro de Hacienda, Germán Ávila, decretara una emergencia económica con la que pretenden recaudar los $16 billones de la ley de financiamiento que fue hundida por el Congreso en las primeras semanas del mes.
Ávila aseguró que existen varios hechos sobrevinientes para hacer una eventual declaratoria de la emergencia económica. Sin embargo, líderes gremiales y analistas aseguran que una deuda elevada y bajo recaudo tributario no son hechos que justifiquen este decreto.
Julio Romero, economista jefe de Corficolombiana, insiste que no considera que haya un argumento suficiente para declarar emergencia económica por esa razón, principalmente porque la ley de financiamiento solo abarcaba 3% del Presupuesto y estaba previsto que se destinara para inversión social más no para cumplir con los compromisos de deuda.
De hecho, Romero, señaló más bien que el escenario fiscal del país cerrará con mejores sensaciones que las proyectadas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Por su parte, Bruce Mac Master hasta envió una carta a la Corte Constitucional para que suspendiera temporalmente en caso que quede en firme este decreto y coincide que el incremento de la deuda pública no es un hecho que derive en esta eventual declaratoria.
Además, hace unos días, fue el propio Ministerio de Hacienda, el que publicó que el manejo de la deuda ha dado frutos y por eso ajustaron proyecciones a la baja de cómo cerraría la deuda neta del país, rondando 57% del PIB.
Proyecciones que también ajustaron los analistas, esto gracias a la estrategia de endeudamiento, que ha logrado darle liquidez al país, sin embargo, se desconoce si seguirán implementando estos mecanismos el año entrante.
Para el año que viene, Fedesarrollo prevé una deuda que roce 63% del PIB, llegando a un récord que no se había visto antes, esto derivado de las presiones fiscales por el aumento de gasto y el bajo recaudo.
Es decir, que la situación fiscal para el año entrante se vislumbra igual de díficil que la que ya atravesó el Gobierno durante este año. Por lo que es probable, que el próximo Gobierno que tomará el mando del país en agosto de 2026 deba hacer algunos ajustes necesarios. Analistas piden una reforma fiscal que permita estabilizar e déficit fiscal.
Un déficit fiscal que también fue ajustado
Lo que quizá sorprende es que esta declaratoria sucede en un momento cuando se ajustaron las proyecciones de manera favorable para la Nación, de hecho, recientemente se revisó que el déficit fiscal del país se situaría al final de este año en 6,2%.
Anteriormente, centros de pensamiento como Corficolombiana habían pronosticado que el déficit cerraría en 6,9%, pero también influyó que el Gobierno hiciera un recorte de $2,3 billones, lo que supondría que a las finanzas le redujeron el presupuesto en $14,3 billones si se toman en cuenta los $12 billones aplazados por Ministerio de Hacienda a comienzos de año.