Economía

La factura electrónica es la mejor herramienta para formalizar compras

Colprensa

Noelia Cigüenza Riaño

Y es que aunque Colombia ya  empezó a decir adiós a la factura de papel a finales de 2015, la comisión de expertos tributarios hizo patente la necesidad de la masificación de la fiscalización electrónica para frenar la evasión del IVA y del impuesto de la renta.

“Las debilidades del mecanismo de control vigente han elevado los fenómenos del uso de facturas falsas por la laxitud en el otorgamiento de las autorizaciones de facturas y sus impresiones”, sostuvo la comisión de expertos.

Hasta ahora, el plan piloto del nuevo modelo de facturación electrónica que empezó a rodar este año a través de la expedición del decreto 2242 de 2015 culminó esta semana con la participación de 60 compañías facturadoras y ahora tocará el turno de la implementación de la operación de forma gradual.

En este sentido, la tributaria incluiría nuevas medidas para lograr poner a andar correctamente esta maquinaría que actualmente está un tanto rezagada frente al resto de países de la región. Gracias a la información en tiempo real, este mecanismo permitiría tener un mayor control y transparencia sobre el pago de los impuestos. “La eficacia dependerá de que la Dian se arme de sistemas robustos y el personal necesario para controlar la información”, indicó Gustavo Cote, exdirector de la Dian. 

Ahorra costos y mejora productividad

La facturación electrónica es una pieza clave para la productividad y la competitividad de las compañías. Con esta regulación, el Gobierno también busca disminuir los costos y el tiempo de las transacciones, aumentar la eficiencia en los procesos logísticos con la automatización de las tareas y, por último, ayudar al medio ambiente con la eliminación del papel. Por ejemplo, según un estudio de Seres, los costes medios por factura se reducirían en emisión de $14.394,86 en papel a $5.305,07 en formato electrónico.