La lectura de la economía local está en cabeza de economistas menores de 46 años
lunes, 12 de agosto de 2024
Los gremios y centros de estudios rejuvenecen su liderazgo. Consideran que la inversión será un eje crucial de la reactivación
La lectura de la economía colombiana materializa un cambio generacional, con una serie de jóvenes economistas menores de 46 años en parte de los principales gremios y centros de estudios económicos que hacen vida en el país.
Este recambio generacional vuelve a la palestra de la opinión pública por la llegada del economista Andrés Velasco (46 años) a la presidencia de Asofondos, cuyo reto más significativo será el papel de las AFP en la recién promulgada reforma pensional en el lapso de un año en el que entrará en vigencia.
A propósito de esto, LR realizó un especial para conocer cómo es la mirada que las nuevas generaciones pueden ofrecerle a la economía colombiana, donde su opinión entrega significativos aportes a la discusión de la reactivación económica. Entre esas nuevas voces destacan José Ignacio López; Jonathan Malagón; Andrés Velasco y Luis Fernando Mejía.
Los nuevos aportes
Jonathán Malagón (40 años), presidente de Asobancaria, mencionó que “las nuevas voces, a la vez que preservan la rigurosidad de quienes les antecedieron, traen consigo nuevas perspectivas y el interés de abordar nuevas preocupaciones, refrescando el pensamiento y el debate económico”.
En esta postura también coincide el propio Velasco, quien aseguró que estas nuevas generaciones pueden aportar nuevos factores al ejercicio de la lectura económica. Entre esos, “innovación y adaptabilidad a nuevas tecnologías y métodos de trabajo; mentalidad global que integre más la economía y busque oportunidades en el mundo; responsabilidad social y sostenibilidad económica y ambiental”.
Asimismo, Luis Fernando Mejía (45 años), director ejecutivo de Fedesarrollo, considera que la nueva visión permite incorporar los objetivos de desarrollo sostenible como un elemento fundamental de la agenda pública.
“Ese enfoque permite complementar la visión tradicional de pobreza, crecimiento y desigualdad, con factores como la calidad de la educación y del empleo, la sostenibilidad ambiental y la transición energética”, mencionó el experto.
Así le fue a la economía
Con la primera quincena de agosto ya marcando el calendario, parece un poco lejano el balance del primer semestre de la economía, pero tener vigente este comportamiento permite a su vez tener muy claro cuáles son las perspectivas para el segundo semestre en curso.
Mejía planteó que el primer semestre estuvo compuesto por dos trimestres particulares, con diferentes velocidades cada uno. “El primer trimestre fue de crecimiento lento, con una expansión de tan solo 0,9%. El segundo trimestre fue de un crecimiento un poco más acelerado, con una expansión de la actividad productiva cercana al 2,1%, lo que implicaría un crecimiento en la primera mitad del año de 1,5%”, puntualizó.
Por otro lado, Velasco agregó que en estos primeros seis meses del año también se observó una caída en la inflación de forma ordenada al ritmo de menores tasas de interés por parte del Banco de la República y que “ya se empiezan a transmitir a las tasas que los bancos cobran a empresas y hogares”.
Sin embargo, dijo el analista, es necesario “un esfuerzo adicional” en la generación de confianza, “de la mano de una política fiscal que se ajuste lo necesario para estabilizar la deuda pública”.
Por otro lado, Jonathan Malagón planteó que ha sido destacable el papel que desempeñaron sectores claves como la administración pública, el agro y el entretenimiento, que han contribuido a compensar la baja tracción de la industria y las edificaciones.
“Por su lado, pudo observarse que el sector financiero continuó un proceso gradual de recuperación, en la medida en que el saldo de cartera en junio de 2024 decreció en 5,1%, una cifra que, aunque negativa, evidenció una mejoría de 1,6 puntos porcentuales frente al cierre de 2023 (-6,7%)”, complementó Malagón frente al tema.
¿Qué viene para la economía?
Andrés Velasco plantea que de cara hacia lo que resta de año la economía nacional debe pasar por tres ejes claves: formalidad, inversión y transición social.
“La aceleración del crecimiento de la mano de mejoras en la formalidad, tanto de trabajadores como de empresas; el crecimiento de la inversión en condiciones de financiamiento convenientes, para lo cual será clave el aumento del ahorro nacional; y el avance en la transición social del país, con crecimiento del ingreso medio de los colombianos, basado en el empleo y la productividad”, mencionó Velasco.
Malagón también insiste en ponerle el foco en la inversión como parte fundamental de la reactivación económica. “Resulta indispensable, en este escenario, recuperar la senda de crecimiento de la inversión, lo cual estaría sustentado en el anclaje de las expectativas inflacionarias al rango meta y la subsiguiente reducción de las tasas de interés de las modalidades de crédito, en línea con la transmisión de los efectos de una política monetaria más acomodaticia”, puntualizó el presidente de Asobancaria, entidad que prevé que 8n crecimiento económico de 1,8% para 2024 y 2,8% para 2025.
Las perspectivas de Fedesarrollo para lo que resta de año
Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo entregó sus perspectivas para el resto de 2024. Para la entidad, existen dos temas claves: crecimiento económico y déficit fiscal.
“En crecimiento, será fundamental lograr una recuperación de la inversión, que completa cinco trimestres consecutivos de contracción. Sin inversión, no hay crecimiento”, puntualizó Mejía.
Frente al otro punto, es importante continuar con la senda de reducción del déficit, lo que implica cálculos de recorte, como de $26,6 billones en el PGN de 2025.