“La nueva reforma tributaria no cubre las necesidades del próximo cuatrienio”
jueves, 9 de octubre de 2014
María Alejandra Sanchez Pedraza
La reforma tributaria con la que el Gobierno busca recaudar alrededor de $13 billones anuales en los próximos cuatro años no alcanzará para que la administración de Juan Manuel Santos cumpla todas sus promesas de campaña.
Leonardo Villar, director ejecutivo de Fedesarrollo, señala que se necesitarán hasta $3,5 billones anuales adicionales para cumplir con los compromisos, y se podría esperar otra reforma.
Sobre el proyecto actual, resalta que es mejor que la propuesta inicial, aunque en definitiva se carga mucho a las empresas.
¿Como le pareció la propuesta del Gobierno para la próxima reforma?
Se resuelve lo urgente, en el sentido de lograr una financiación coherente y sana para 2015 y se hace con unos impuestos que son menos perjudiciales que los que se habían propuesto inicialmente, con un aumento del impuesto al patrimonio. Sin embargo, mantiene un problema y es que recarga todos los impuestos sobre las empresas y la actividad productiva, lo que no es bueno para el desarrollo ni es equitativo. Una estructura tributaria equitativa requeriría una carga mucho mayor para las personas naturales de altos ingresos.
Se esperan recaudar $53,1 billones hasta 2018, ¿alcanzará para cumplir los compromisos?
La propuesta si bien resuelve el financiamiento de 2015, no necesariamente cubre las necesidades del cuatrienio y las que surgen de los retos de política que tiene este Gobierno, en particular puede generar un faltante importante a mediano plazo, si, como parece ser el caso, sigue cayendo el precio del petróleo.
¿De cuánto sería el faltante?
En promedio para el cuatrienio falta medio punto del PIB adicional, cerca de $3 billones o $3,5 billones, especialmente cuando se tiene en cuenta la perspectiva de la renta petrolera.
¿Se necesitará entonces recortar más el gasto?
En ese caso se necesitaría un apretón mayor del gasto y eventualmente se hará difícil ejecutar muchos de los programas y cumplir con algunos de los objetivos que se han planteado para el cuatrienio. Alternativamente, lo que creo muy probable es que una vez aprobada esta reforma, el año entrante o el siguiente estemos discutiendo nuevamente necesidades de reformas tributarias, para aumentar el recaudo y para ajustar la estructura tributaria, que sigue siendo poco técnica.
¿Qué beneficios tiene la creación del impuesto a la riqueza?
Genera efectos marginales, es decir que evita que quien está en el límite, muy cerca de los $5.000 millones, trate de pasarse de un punto al otro y cambiar de una manera muy radical lo que paga. Lo otro, es que se constituye en un impuesto nuevo, al ser así, ninguna de las exenciones existentes le aplican.
El Gobierno intentó sopesar el patrimonio y las utilidades con la sobretasa al Cree ¿es favorable?
El nuevo esquema es más razonable, pero hace evidente como se está cargando la estructura tributaria sobre las empresas y reduciendo la capacidad de competir de esas compañías. Hemos argumentado que sería mucho más progresivo aumentar las cargas a las personas naturales, de una manera en que los ricos paguen más. Parte de eso podría hacerse mediante impuestos a los dividendos, pero en cabeza de las personas naturales.
¿Más impuestos para los ricos y para la clase media?
La reforma de 2012 incrementó los impuestos sobre la clase media trabajadora y creo que sería muy difícil subir ese tipo de tributos, pero en Colombia las personas naturales no pagan impuestos sobre las rentas de capital, eso es una característica atípica a nivel internacional. Creo que en ese campo es mucho lo que se puede hacer. Pero, además, como eso es difícil de hacer en el corto plazo, con la magnitud requerida, para lograr los recursos que necesita el funcionamiento del Estado, sería necesario aumentar el IVA.
¿Con el proyecto actual se podría prever un impacto en la inversión fija?
Estos impuestos a las empresas hacen que se desestimule mucho la inversión, el impuesto al patrimonio en particular tiene ese efecto. Y resulta preocupante, una de las cosas que ha expresado bastante vehemente la Ocde sobre la economía colombiana es que la estructura tributaria se recarga sobre las empresas.
¿De cuánto podría ser el aumento en el gasto tributario de las empresas con la reforma?
Es un aumento importante, porque en solo el impuesto al patrimonio se prevé un incremento en el valor del recaudo que puede ser del orden de 25% o 30%, se pasa de $4,5 billones que se estaban recaudando a un estimativo del Gobierno de $6 billones, eso implica que las empresas van a pagar un monto sustancial por encima de lo que venían pagando. Y de renta más Cree, los gravámenes que pagan sobre sus utilidades se aumentan en cerca de 10%, que es significativo.
¿Cree que será efectiva la gabela para traer dinero del exterior?
Para ser franco, yo soy un poco escéptico del impacto que puedan tener esos estímulos. Soy adverso a esas propuestas, en el sentido a que se parecen mucho a las amnistías que la propia Corte Constitucional planteó que deberían abolirse. Cuando se repite varias veces que es la última vez que se hace, la credibilidad en esas expresiones se reduce.
La cárcel no es la solución
El director ejecutivo de Fedesarrollo, Leonardo Villar, aseguró que no le convence la propuesta de cárcel para las personas que omitan declarar activos por más de $8.000 millones. “Me gusta una expresión que usaba un exministro de Justicia, que en Colombia había una especie de populismo legislativo en materia penal. Hay una sensación de que metiendo la gente a la cárcel se van a mejorar los problemas, cuando no tenemos cárceles y cuando muchísimos que tendrían que estar allá no lo están”. Manifestó que sería más efectivo fortalecer la administración tributaria, con multas muy grandes para quien esconda patrimonios, en lugar de enfocarse en la cárcel para los evasores, pues en realidad esto podría traer grandes problemas para el sector penal.