Economía

La pobreza medida por la infraestructura

Daniela Carvajalino

Fue precisamente, hace ya un año cuando Ban Ki Moon, Secretario General de Naciones Unidas, dedicó el Día Mundial del Hábitat “a dar voz a los habitantes de los barrios marginados”, reconociendo su completo anonimato y la importancia que tiene el empezar a escuchar a los ciudadanos que han protagonizado las consecuencias de la desigualdad, exclusión e indiferencia en el mundo.

La pobreza en América Latina y especialmente en Colombia, es una problemática abordada como uno más entre tantos temas de la agenda pública y mediática del país, respondiendo desde su base al cumplimiento efectivo de los Objetivos del Milenio. Sin embargo, la pobreza no ha dejado de ser una problemática estructural, no conforme al abordaje de políticas públicas efectivas que trabajen desde su multidimensionalidad, especialmente en zonas urbanas que diariamente son receptoras de nueva población. 

Hay una falta de integración de la ciudad con los millones de colombianos que migran a la ciudad, muchos de estos víctimas del conflicto armado; prueba de ello, es lo que arrojó el reciente informe elaborado por la OSC - Techo, Derecho a Bogotá, el cual afirma que en 2015, 51,7% de los asentamientos informales de la capital recibieron nuevos pobladores que iniciaron la construcción inmediata de una vivienda precaria. La investigación realizada también reveló que 65,7% de los asentamientos tienen presencia de familias provenientes de otras ciudades del país en calidad de desplazados, mientras que 42,6% indica que la cifra de habitantes desplazados asciende a más de la mitad de la población total del asentamiento.

Aunque Colombia ha logrado progresos notables en reducción de la pobreza, ésta sigue afectando a más de un tercio de la población. Realidades vigentes como que en Bogotá 43% de los asentamientos presentan al menos una conexión irregular a los servicios básicos, siendo el acceso al servicio de agua formal (30,4%) uno gran reto. 

En Techo estamos convencidos con que podemos y debemos ser la primera generación en superar la pobreza, reconociendo que para que esto ocurra es urgente acercarnos, conocerla y entenderla, abriendo espacios de diálogo horizontal y directo con quienes viven en ella. Aplaudimos que se identifique una participación sin precedentes de la sociedad civil, pero recalcamos que es necesario generar y fortalecer canales de comunicación y trabajo con los pobladores de las zonas más excluidas y vulnerables de las ciudades. 

Hoy en Colombia, enfrentamos la tarea de adaptar los Objetivos de Desarrollo Sostenible al contexto colombiano, de manera efectiva y con un diseño de políticas públicas que nos conduzcan al cumplimiento de las metas. Hoy demandamos voluntad política y ciudadana para los desafíos que supone la adaptación e implementación de los mismo en un escenario de construcción de paz en Colombia, desafíos que implican el reconocimiento del otro como un sujeto de derechos, que merece ser escuchado y tenido en cuenta. Es así como estamos convencidos que la construcción de políticas públicas encaminadas a la superación de la pobreza deben ser pensadas y construidas desde la voz de los pobladores de los Asentamientos Informales, para que de esta manera se priorice y articule con el esfuerzo y las soluciones generadas diariamente por sus pobladores. Los Asentamientos Informales deben ser considerados espacios de derechos como cualquier otro territorio, donde sus pobladores gocen y ejerzan su Derecho a La Ciudad. 

Es urgente que la voz de millones de colombianos inconformes con esta situación, sea escuchada, entendida y tenida en cuenta.