Economía

La razón por la que Bendeck no iría a la presidencia de la ANH

Merian Araujo

Aunque el nombre de Jorge Bendeck sigue siendo la opción más probable para llegar a liderar la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), parece que el presidente de Fedebiocombustibles tiene sus reservas frente al tema, y ya se las ha hecho manifiestas al ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta.

En diálogo con LR, Bendeck manifestó que en su camino para llegar a la ANH hace falta un concepto del Consejo de Estado que “el Ministro no conocía cuando me hizo la propuesta del cargo”.

¿Y de qué trata este concepto?
Pues a sus más de 65 años, Bendeck ya supera la edad establecida por el Estado para la pensión laboral, por lo cual la llegada del ejecutivo a la ANH, autoridad del Gobierno para temas de hidrocarburos, requeriría que el Consejo de Estado emita un concepto en el cual dé vía libre a la reintegración de Bendeck para firmar su contrato.

Debido a lo que podría convertirse en un impedimento, Bendeck contó: “Con el agradecimiento al ministro y al señor Presidente, por tenerme en cuenta, yo le pedí a él que considerara la posibilidad de no continuar con ese proceso y tener en cuenta a alguien más para el cargo”.

Pese a esta iniciativa, el Ministro le pidió a Bendeck que esperaran la decisión del Consejo antes de tomar una decisión, agregó el presidente de Fedebiocombustibles. Al parecer, Acosta, quien tiene una amistad de vieja data con Bendeck (que se complementa con su trabajo en Ecopetrol y la Federación), quiere que este haga parte de su cartera, para que el sector minero-energético retome el buen ritmo este año.

Mientras que el Consejo de Estado se pronuncia, la dirección de la ANH seguirá en manos de Carolina García, vicepresidenta de Promoción, quien quedó frente a la organización luego de la salida de Germán Arce.

Los retos de la agencia
Ya sea Bendeck u otra persona del sector quien asuma el cargo, la cartera ya tiene retos a los que el nuevo presidente de la ANH deberá ponerles la cara. Dentro de estos está la necesidad de gestionar y facilitar la actividad exploratoria en el país, puesto que Colombia requiere extender sus reservas, que hoy llegan a unos 2.000 millones de barriles y durarían alrededor de siete años.