Economía

La revaluación lesiona la producción de bienes y servicios transables

Andrea Carranza Garzón

La revaluación sigue siendo una de las preocupaciones del Banco de la República, en especial del codirector Carlos Gustavo Cano, quien afirma que los controles de capital de corto plazo son una herramienta de regulación, solo en caso estrictamente necesario.

Durante una presentación en Asocolflores la semana pasada, el Codirector explicó que reconocer abiertamente que la estabilidad de la tasa de cambio real hace parte de la función objetivo de un Banco Central no implica que se tenga que abandonar el esquema inflación-objetivo.

Para ello, dice Cano, los bancos cuentan con otros instrumentos como las intervenciones en el mercado cambiario y mecanismos de esterilización cambiaria. La moneda colombiana sigue perteneciendo al grupo de las monedas más revaluadas, situación que lesiona la producción de bienes y de servicios transables.

Aunque la autoridad monetaria cuenta con modalidades típicas del manejo cambiario, Cano dice que la efectividad del manejo cambiario podría anularse “por las operaciones de crédito e inversión de corto plazo con recursos foráneos atraídas por el diferencial entre las tasas de interés internas y las externas, bajos índices de riesgo país y expectativas de más revaluación”.

“Si la economía se halla operando cerca de su potencial; el nivel de reservas es el adecuado; la tasa de cambio no está subvaluada; y es probable que los flujos de capital sean transitorios, el uso de controles se justificaría”, afirmó.

Según Juan Pablo Zárate, codirector del Emisor, “los determinantes de largo plazo de la tasa de cambio real no están en la caja de herramientas de un Banco Central”.

Por otro lado, Cano estima que en este año el PIB crezca 3,8%. El Gobierno proyecta cerca de un 5%. A pesar de que en el segundo trimestre el PIB de la zona euro volvió a contraerse y casi todas las economías cayeron, Colombia mantuvo un crecimiento favorable; en efecto, su PIB creció 4,9% entre abril y junio.