Las implicaciones que tendría la declaratoria de desastre en Bogotá por falta de agua
viernes, 11 de octubre de 2024
El nivel del sistema Chingaza se recuperó ayer levemente a 43,52%, pero se mantiene cerca del denominado día cero de 36%
Tras la reunión entre el Distrito y el Gobierno en Casa de Nariño, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, señaló que la situación por el bajo nivel de los embalses tiene a la ciudad en un punto crítico y no se descarta una declaratoria de desastre en la capital del país por la escasez de agua.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, se unió a esta declaración y dijo que ya se inició un trabajo conjunto con el Distrito para tomar acciones a corto, mediano y largo plazo que permitan enfrentar la crisis de agua en la ciudad.
De concretarse la medida, sería la segunda vez que el Gobierno del presidente Gustavo Petro decreta la declaración de desastre en Colombia. Anteriormente lo hizo en octubre de 2022 en medio de la temporada de lluvias que generaron varias emergencias en distintas zonas del país.
La declaratoria de desastre está contemplada en los artículos 55 y 56 de la Ley 1523 de 2012 y se hace por medio de un decreto que firma por el presidente Gustavo Petro.
Esta medida significa que el Gobierno nacional o local es consciente de que hay una situación que está desbordando sus capacidades financieras y técnicas y que requiere de un plan de acción para enfrentar dicho escenario.
Dentro de la normativa se establece una declaratoria de desastre distrital o municipal, como sucedería en este caso. Este escenario sucede cuando la materialización del riesgo afecta de manera desfavorable y grave los bienes jurídicos protegidos de los habitantes del municipio o distrito impactado y de la administración pública distrital.
La propuesta que hizo el presidente Gustavo Petro consiste en juntar los presupuestos nacionales, distritales y municipales para incentivar el ahorro y la reutilización del agua en la capital, con ayuda de las acciones de la ciudadanía.
“Se debe iniciar la contratación de sistemas permanentes de recolección de aguas lluvias para su uso en la limpieza del hogar y otros menesteres que no necesiten agua potable”, dijo Petro dentro de las propuestas que le presentó a Galán.
Acueducto, con menos ingresos
El alcalde Carlos Fernando Galán dijo que los racionamientos han ayudado a ahorrar agua y también a bajar el costo de la factura de los consumidores, pero también le han costado en los ingresos a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.
“No tengo una cifra de ahorro por usuario, pero hemos calculado que hay una reducción de ingresos al Acueducto por cuenta de las medidas que hemos tomado. El Acueducto recibe ahora $90.000 millones menos por el pago de sus usuarios”, declaró Galán.
El mandatario dijo que una de las medidas en las que se ha avanzado, y que fue pedido del Gobierno Nacional, es bajar la presión y demanda que tiene la ciudad sobre el sistema Chingaza.
“Para poder enfrentar la coyuntura, y especialmente en los meses iniciales de 2025, nos pidieron traer menos agua del sistema Chingaza. Esa ha sido una de las prioridades y desde abril a hoy hemos reducido cerca de 20% el agua que traemos del embalse. Son alrededor de 7 metros cúbicos por segundo, que representa menos de 50% de lo que consume Bogotá. Antes traíamos 70% de lo que consumíamos”, dijo.
El costo de extraer agua subterránea
Según el Ideam, en un estudio sobre el estado de las aguas subterráneas en Colombia, el conocimiento y monitoreo de estos recursos es limitado, lo que dificulta el desarrollo de estrategias para su uso sostenible. Señala que la perforación de 15 pozos subterráneos en la Sabana de Bogotá tendría un costo estimado de $225.000 millones.
El alcalde Carlos Fernando Galán no descarta tampoco esta posibilidad, pero sería una medida de mediano plazo, debido a la falta de estudios. Además, se necesitarían plantas de tratamiento para potabilizar esta agua que se encuentra debajo de la tierra.