Las pérdidas en Boyacá alcanzan $6.000 millones diarios en razón del paro minero

Desde el pasado lunes, las vías que conectan a Tunja con Yopal, y a Bogotá con Chiquinquirá, fueron bloqueadas por pequeños mineros del carbón que exigen soluciones al gobierno en medio de su apuesta de cara a la transición energética.

En razón del cierre de mercados para la exportación del mineral y el abandono del carbón como fuente de generación energética, los mineros bloquearon el paso en Paipa y Ubaté y, de acuerdo con estimaciones del gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, los cierres viales podrían dejar pérdidas diarias de hasta $6.000 millones.

Uno de los puntos de discusión es el freno de las ventas a las exportaciones de carbón a Israel. Aunque no es un mercado significativo (fueron 5% de las ventas externas del mineral el año pasado), las rentas hasta mayo de 2025 le representaron al país US$55 millones.


“Si bien no exportamos el carbón desde Paipa, los que sí lo hacen nos liberan mercado (...) no exportarlo da un mensaje de inestabilidad jurídica para las empresas extranjeras interesadas en el carbón colombiano”, dijo Yolman Pedraza, gerente de la Cooperativa Agrominera de Paipa.

El segundo punto sobre la mesa es el uso de las plantas termoeléctricas como fuente de generación energética. Después que el país atravesara la temporada de sequía, el Ministerio de Minas y Energía anunció que se retomarían las exportaciones de electricidad provenientes de las hidroeléctricas, mientras que el de las termoeléctricas pasarían a un segundo plano.

“Prender las plantas de generación termoeléctrica está entre los pliegos de los mineros de Boyacá, esto para que puedan vender su carbón. Pero eso no lo podemos hacer ahorita”, señaló el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, en el debate de control político por el cargo por confiabilidad, en la Comisión Quinta del Senado.

Andrés Camacho, exjefe de la cartera de energía, explicó que la razón por la cual retomar las plantas térmicas no es una posibilidad es por los costos.

“Se despachan las más económicas y las térmicas solo actúan de respaldo. En este momento tenemos embalses llenos, así que la mayor producción es con hidroeléctricas. El mismo mercado irá sacando las térmicas, especialmente a carbón”, apuntó Camacho.

Sobre el rol de los mineros en el marco de la transición energética, el exministro comentó que es necesaria una transición laboral en la que se desarrolle una nueva vocación económica.

“Pasar a otra industria como por ejemplo la de aceros y herrajes, Boyacá es fabricante de carrocerías, todo eso hay que potenciarlo. La venta del carbón está cayendo a nivel global, es una realidad que no depende ni siquiera de los gobiernos, es un tema del mercado internacional”, concluyó el exministro.

Desde la Federación Nacional de Productores de Carbón, expresaron su solidaridad con los pequeños mineros pero comentaron que no apoyan el paro ni el bloqueo de vías. “No le conviene a nadie, solo agrava la situación económica en las regiones productoras”, dijo Carlos Cante, su presidente.

Fenalcarbón ha venido trabajando en prevenir la estigmatización de la actividad carbonera, que redunda en afectaciones a la competitividad y el consumo por mayores cargas tributarias y de los fletes.

Delimitación en siembra, otro foco de paro

El paro minero no es el único que se desarrolla en Boyacá. Los campesinos paramunos bloquearon vías del departamento por la nueva definición de límites de la frontera agrícola, en este caso en las zonas de páramo. Esta delimitación frena el trabajo de la tierra con fines productivos en predios ubicados en estos ecosistemas.

Aunque las Leyes 1753 de 2015 y 1930 de 2018 establecen que la definición de límites de parte del Ministerio de Ambiente debe basarse en áreas de referencia generadas por el Instituto Humboldt, campesinos alegan que las delimitaciones se están haciendo en zonas sin presencia de frailejones.