Las señales de desaceleración en cinco regiones durante el primer trimestre del año
martes, 13 de junio de 2023
El Banco de la República emitió los boletines económicos regionales que, además, indicaron los primeros signos de una baja en el crecimiento económico en cinco regiones
Para este año se espera que la economía se desacelere y, aunque algunas entidades ya han aumentado sus perspectivas de crecimiento, de todas formas Colombia no crecería más de 3% en 2023, muy por debajo de 7,3% que creció el PIB en 2022.
De hecho, según los boletines regionales del Banco de la República, ya son cinco las regiones que empiezan a mostrar signos de desaceleración económica en el primer trimestre: Bogotá, Eje Cafetero, Noroccidente, Costa Caribe y Suroccidente. Entidades económicas del sector, además, no han estimado niveles de crecimiento superior a 4%; para Alianza Valores, prevén un crecimiento de 1% a 1,5% para 2023, y para Itaú, el crecimiento sería de 3%.
David Cubides, director de investigaciones económicas en Alianza Valores, explica que esta desaceleración tiene tres factores que influyen en la baja.
“Un primer factor externo que sigue siendo retador; hay un globo que crece menos y hay menos puntos de desarrollo comercial, y eso genera una moderación a nivel local. Las tasas de interés han venido al alza y por supuesto eso golpea al consumo en los hogares”, empieza diciendo el directivo.
Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas de Itaú Colombia, coincide en que si bien hay un proceso de moderación frente al año pasado, no se habla de un comportamiento muy marcado o una crisis.
“También una señal de desaceleración esta por cuenta del desempeño de la cartera de crédito que ha venido cediendo en los últimos meses de manera significativa”, dice.
Bogotá y la región
Según el Emisor, la capital y la región mostraron tendencia descendente en su crecimiento anual según la mayoría de los indicadores de seguimiento, contrastando con la expansión económica observada un año atrás. El sector transporte estuvo afectado por la suspensión de algunas operaciones aéreas, y, así mismo, la industria manufacturera, el comercio y las edificaciones registraron deterioro.
Nororiente
La zona abrió con un incremento anual; no obstante, se observó un menor ritmo frente a trimestres previos dada la moderación en la demanda interna. La industria lideró el crecimiento asociado a mayor producción de refinados de petróleo. La tasa de desempleo disminuyó en Tunja, contrario a Bucaramanga y Cúcuta que registraron incrementos anuales.
Eje Cafetero
La economía del Eje Cafetero acentuó su desaceleración y mostró un balance mixto por actividades. Indicadores disponibles señalaron un descenso de la producción agropecuaria, mientras que la industria perdió dinamismo e incluso se contrajo en Caldas.
Noroccidente
El contexto de alta inflación, mayores tasas de interés e incertidumbre condicionaron los resultados de las actividades productivas de la región vía una menor demanda. Con base en lo anterior, la producción industrial, las ventas minoristas y la mayoría de los indicadores del sector de la construcción y del agropecuario se contrajeron.
Suroriente
Mostró resultados mixtos en su actividad económica, con avance anual en producción de petróleo y el sector agropecuario favorecido por el sacrificio de ganado bovino y la producción del fruto procesado de palma.
Costa Caribe
Aquí también cayó la economía. Entre las actividades que mostraron descenso estuvo el comercio interno afectado por la caída en el consumo de los hogares, el transporte por el cierre de operación de algunas aerolíneas y la construcción por la disminución en ventas de vivienda.
Centro
La demanda interna de bienes favoreció el ligero crecimiento del sector agropecuario y la industria, mientras que el dinamismo del gasto en servicios se reflejó en el buen desempeño del transporte y el turismo.
En la región Suroccidente cayeron las ventas reales del comercio
Según el Emisor, mermaron las ventas reales del comercio, incluidas las de automotores nuevos, por prudencia en el gasto y mayores costos de financiación; en consecuencia, la producción manufacturera ajustó su oferta a la baja. También se redujeron la actividad agropecuaria y el transporte, en especial el terrestre, afectados por el invierno. David Cubides, de Alianza, explica que la desaceleración tiene un enfoque diferencial en cuanto a los sectores de la economía. “Hay algunos sectores que han estado más golpeados y que tienen algún retroceso”, dice.