Laboral

Los gremios aseguran que alza del salario mínimo mayor a 5% sería contraproducente

Los líderes de las agremiaciones afirman que el empleo, la informalidad, la inflación y los costos laborales se verán impactados con el aumento del mínimo

Sofía Alexandra Duarte Torres

Comenzó el último trimestre del año y los gremios y empresarios están a la expectativa de cómo quedará el salario mínimo de 2026, monto que se dará a conocer a finales de diciembre. Por lo pronto, varios gremios han manifestado que si queda por encima de 5%, es decir, superior a la inflación, se afectarían las pequeñas, medianas y grandes empresas, así como los empleos, entre otros aspectos de interés nacional.

LR hizo un sondeo con Amcham Colombia, Analdex, Anato, SAC, Acopi, Colfecar, Fedetranscarga, Fenalcarbón, Asobares y la Asociación Colombiana de Minería, para conocer cómo impactaría en los diferentes sectores un aumento entre 5% y 10%, como ha sugerido el Gobierno para 2026.

Las opiniones de los diferentes gremios consultados comparten una idea central: el aumento del salario mínimo debe estar alineado con la inflación esperada y la productividad laboral, evitando incrementos desproporcionados que agudicen otros factores económicos. Los sectores consultados resaltaron que un ajuste por encima de estos parámetros podría generar efectos negativos sobre la economía, especialmente para las pequeñas y medianas empresas el próximo año.

LOS CONTRASTES

  • Andrés Velasco Presidente de Asofondos

    “El incremento del salario mínimo para 2026 debería ser consistente con la meta de inflación del Banco de la República y los aumentos en productividad laboral”.

Entre las preocupaciones más reiteradas están el aumento de los costos de contratación, la presión inflacionaria y el impacto sobre la competitividad del país. También advierten que un alza elevado podría traducirse en más informalidad, menor generación de empleo formal y desaceleración económica. Esto se agudiza, según los líderes, con la reforma laboral que incrementa los costos de contratación y reduce la jornada laboral, lo que también afectaría la productividad de varios sectores poniendo en riesgo la estabilidad financiera de varias empresas sin importar el tamaño.

Por su parte, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, explicó el mes pasado que “el nivel de incremento se informará oportunamente y contará con la decisión del presidente, pero mantendremos la tendencia establecida en los últimos tres años de hacer un incremento de términos reales, lo que estará por encima de la inflación”. El ministro resaltó que se buscará llegar a acuerdos con los gremios y empresarios para concertar un incremento que beneficie a todos los sectores.

Gráfico LR

Sin embargo, algunos gremios se han mostrado en desacuerdo con la propuesta y la actitud del Gobierno respecto a la falta de consideración a las opiniones de los empresarios y otros sectores, pues se sugirió que el aumento se impondría por decreto. Por ejemplo, desde Fenalco, Jaime Alberto Cabal afirmó que no harían parte de la concertación para el incremento, pues “la mesa se ha vuelto una farsa porque el presidente ya anunció que fijará por decreto un aumento de 11%”. Cabal agregó que la medida equivale al doble de la inflación y, por ende, amenaza la sostenibilidad de las empresas.

Los pronósticos de los gremios

Acopi señala riesgos para las pequeñas y grandes empresas

La presidente de la junta directiva de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, Acopi, María Elena Ospina, afirmó que desde la Asociación se propondría a un incremento de 6,5%. Ospina resaltó que, para el gremio, un aumento como el que propone el Gobierno, sería mucho más costoso que el año pasado “pues golpearía la caja de las MiPymes por más prestaciones, más aportes y también más recargos, con esto se corre riesgo de informalidad y menor contratación, además con lo ajustes de turnos por recargos/horas reducirán producción y subirán los precios”.

Analdex dice que subida no deber ir por encima de inflación

El presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, Javier Díaz, señaló que indiscutiblemente el incremento del salario mínimo debería corresponder a “la inflación causada más productividad laboral, y no debería ir más allá”. Puntualizó además que la propuesta del Gobierno de incrementar sustancialmente por encima de la inflación no resulta conveniente en el propósito de disminuir la inflación futura. “Ello no permite, además, que el Banco de la República pueda seguir disminuyendo la tasa de interés de referencia”, agregó el presidente.

Fenalcarbón estima incrementos en costos de producción

Carlos Cante, presidente de Fenalcarbón, puntualizó que en el sector, el incremento del salario mínimo determina los incrementos que se ven sobre todo en la mediana y la gran minería que está basado en acuerdos sindicales. “Si el salario sube por encima de la inflación más un par de puntos de productividad, eso incrementa los costos de producción de este sector e impacta definitivamente la competitividad de los carbonos colombianos hacia el exterior”, dijo. Cante añadió que, para el gremio del carbón, el incremento del salario mínimo no debería estar por encima del IPC.

ACM destacó la afectación en costos laborales y empleos

Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería afirmó que un incremento entre 9% y 10% eleva significativamente los costos laborales y limita la capacidad de generar nuevos empleos formales, tanto en el sector minero como en cualquier otro. “Un ajuste responsable y equilibrado del salario mínimo debe garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores, sin comprometer la competitividad ni la sostenibilidad de las empresas”, añadió. Para el presidente, subir el salario sobre la inflación podría terminar ralentizando la recuperación económica y afectando la formalidad laboral.

Amcham proyecta mayor informalidad y menos inversión

Desde la Cámara de Comercio Colombo Americana, Amcham, en cabeza de María Claudia Lacouture, se puntualizó que la prioridad debe ser proteger el poder adquisitivo sin sacrificar la viabilidad empresarial ni el empleo formal. Por ende, un aumento desproporcionado puede tener efectos contraproducentes. “En primer lugar, encarece los costos de contratación y operación, especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas, que representan más de 99% del tejido empresarial colombiano. Esto puede traducirse en mayor informalidad, menor creación de empleo formal y una desaceleración en la inversión privada”.

Colfecar calcula que costos operativos subirán 17%

La presidente de Colfecar, Nidia Hernández, resaltó que el transporte y logística se trata de una actividad intensiva en capital humano, que opera continuamente por lo que la nómina es uno de los componentes más significativos dentro de la estructura de costos operativos de las empresas, representando 17%. “Si el incremento salarial supera de forma considerable la inflación y la productividad, como el año pasado, se generarían aumentos directos en los costos laborales del sector, cuando además la jornada laboral seguirá disminuyendo en el año 2026, lo que ha generado un aumento considerable en el costo de las horas extras”, dijo.

Fedetranscarga prevé impacto en la competitividad

Desde Fedetranscarga, el presidente Arnulfo Cuervo, afirmó que un ajuste por encima de la inflación y del crecimiento económico nominal tiende a encarecer los costos laborales, disminuir los márgenes operativos de las empresas y debilitar la capacidad de acumulación del sector productivo, con el consecuente riesgo de mantener a la economía en una senda de bajo crecimiento o estancamiento. Para el sector un incremento elevado “no solo presionaría al alza los costos del servicio de transporte, sino que también limitaría la capacidad de renovación del parque automotor, restringiendo la modernización y eficiencia”, dijo Cuervo.

Anato hace sus cuentas y ofrece propuesta para el sueldo base

Desde el sector turismo, la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo, Anato, en cabeza de Paula Cortés Calle, propuso que el aumento quede alrededor de 5%. Apuntó que con la reforma laboral las empresas han debido enfrentar altos costos por lo que se debe buscar un equilibrio. “En el turismo vemos que algunas de las cifras están siendo positivas y vienen con crecimientos moderados en la salida de colombianos al exterior, pero con decrecimiento en el movimiento nacional de pasajeros. Por lo anterior, un porcentaje entre 9% y 10% sería excesivamente alto”, dijo Calle.

Asobares advierte pérdidas de empleos y negocios por alza

En el sector de los bares, el presidente de Asobares Colombia, Camilo Ospina, afirmó que el gremio viene de ajustes en horarios, reducción en jornada semanal y reducción de horas de operación en ciudades como Bogotá, por lo que con el incremento del mínimo por encima de 5%, “se prevé perdidas en puestos de trabajo y reducción en unidades de negocios, especialmente de pequeños negocios donde contratar a esos costos será inviable para su subsistencia”. Ospina añadió que, para el gremio, el aumento no debería superar el porcentaje que tenga la inflación proyectada para el cierre de 2025.

Para la SAC es clave la medición de la productividad

Por su parte, Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, afirmó que para establecer el incremento se deberá ver las cifras que presenten las entidades oficiales en la comisión de concertación en materia de inflación a cierre de noviembre; como mercado laboral y los resultados de la medición de productividad. Pero sobre los impactos, afirmó que “prefiero no especular sobre cifras hasta tanto el Gobierno no formalice en la comisión una cifra específica y sobre todo que defina si se quiere buscar concertar el salario mínimo para el 2026”.

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