Hacienda

Los Nobel de Economía recomiendan fortalecer tasas de interés contra inflación

Los laureados con el premio se han enfocado en explicar cómo una crisis económica debe tener un sistema financiero fuerte

Joaquín M. López B.

Los economistas Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig, no solo tienen en común que sean estadounidenses, o que tengan más de 200 citas en textos académicos el último año, incluso tampoco los une únicamente el Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia (o como se le conoce, el Nobel de Economía).

A los tres estudiosos también los relaciona su tesis en la que ante una crisis económica, esta se puede enfrentar con el sistema financiero sólido, e incluso en que “así sea difícil, las tasas de interés deben subir en medio de una presión inflacionaria”, como de hecho dijo Dybvig en la Escuela de Negocios Olin de la Universidad de Washington.

Incluso, Bernanke quien en un paper de 1983 establece a las quiebras bancarias como clave para la transformación de una recesión económica en la depresión más severa del siglo XX, dijo en esa época a que “una crisis es menos consumo, pero una reactivación es alta demanda, precios elevados, y sin control, y de nuevo haría volver a la súper inflación y por eso, a otra crisis”.

Como si le respondiera, Diamond en 1999, dijo en ‘Bank Runs, Deposit Insurance, and Liquidity’ que “la necesidad de socializar entre las personas el alza de tasas no es solo pensar el patrimonio de la banca, sino en la protección de las finanzas. No se pueden enfrentar problemas con más impresión de billetes sino entendiendo qué se logra con esos billetes que están circulando, que sí se inviertan”.

La importancia de la banca

Para los economistas hay una preocupación sobre el lugar correcto en el que está el dinero. “Los hogares ahorran parte de sus ingresos, además de necesitar poder retirar su dinero cuando lo deseen. Nadie sabe de antemano si surgirá la necesidad de dinero y cuándo, pero esto no sucede al mismo tiempo para todos los hogares. Mientras tanto, hay proyectos de inversión que necesitan financiación. Estos proyectos son rentables a largo plazo, pero si se terminan antes de tiempo, los rendimientos serán muy bajos”, explican.

Diamond y Dybvig muestran cómo los bancos crean liquidez. El dinero en las cuentas de los depositantes es un pasivo para el banco, mientras que los activos del banco consisten en préstamos para proyectos a largo plazo. Los activos del banco tienen un vencimiento prolongado, porque promete a los prestatarios que no tendrán que pagar sus préstamos antes de tiempo.

LOS CONTRASTES

  • Johan Mauricio CaldasEconomista y catedrático U. de La Sabana.

    “El trabajo de los galardo-nados cobra relevancia en el contexto actual de crisis económicas para com-prender la importancia de los bancos en la estabilidad financiera”.

Por otro lado, los pasivos del banco tienen un vencimiento corto; los depositantes pueden acceder a su dinero cuando lo deseen. El banco es un intermediario que transforma activos de largo plazo en cuentas bancarias de corto plazo. Esto generalmente se llama transformación de madurez.

Rafael Pampillón, catedrático de la Universidad CEU-San Pablo y de IE University, explicó en una columna para el diario español Expansión que los tres economistas ganadores del premio son expertos en crisis financieras. Su trabajo ayudó a los gobiernos y a los banqueros centrales a sortear la crisis financiera mundial de 2008, y evitar así una depresión económica como la de la década de los años 30, por lo que sus estudios puede ser gran importancia a propósito de la crisis económica que atraviesa el mundo.

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