Ministerio advierte que los útiles escolares no deben ser una 'carga desproporcionada'

La época escolar en Colombia inició en medio de un escenario con unas condiciones (ya habituadas desde el 2022) que son contraproducentes con los bolsillos de las familias colombianas. En primer lugar se reza la inflación histórica que ha rodeado a Colombia (y al mundo entero) en cifras históricas, tasas de usura en máximos en décadas, y, ahora, un dólar volátil rozando la barrera de los $5.000.

Todas estas condiciones hacen que, por supuesto, los precios de los útiles escolares suban. Por un lado, las marcas proveedoras principales aseguran que esperan incrementos de al menos 40% en ventas este año. Por otro lado, hay papelerías que han registrado un repunte de precios de hasta el 150%.

Gremios como Fenalco salieron al público a advertir esta tendencia alcista. "Desde Fenalco, manifestamos nuestra gran preocupación por el crecimiento desmesurado que están teniendo los útiles escolares en el mercado nacional. No hay ningún tipo de especulación, esto obedece a la producción de los útiles que se han hecho con un incremento de precios de materias primas", dijo Jaime Cabal, presidente de Fenalco.

Para este fenómeno, el Ministerio de Educación hizo un llamado a las instituciones educativas para el manejo del cobro de tarifas y listas de materiales privados.

En relación con las listas de materiales educativos, que incluyen útiles, uniformes y textos, la Ley 1269 de 2008, por la cual el ministerio asegura su afirmación, establece que "los establecimientos deberán entregar a los padres de familia, en el momento de la matrícula, la lista completa de útiles escolares para uso pedagógico, textos, uniformes e implementos que se usarán durante el siguiente año académico, la cual debe estar previamente aprobada por el Consejo Directivo. Los materiales incluidos en estas listas deberán estar directamente orientados a apoyar el proceso educativo, y no podrán significar una carga desproporcionada para las familias".

Así mismo, la entidad asegura que la propuesta de útiles escolares que se presente para aprobación del Consejo Directivo habrá de considerar un cronograma de uso de los textos y demás útiles escolares, con el fin de evitar que los padres de familia deban adquirir todos los útiles al inicio del año escolar.

Además, los textos escolares no podrán ser diferentes a los del año anterior, salvo que se hubiesen mantenido por al menos tres (3) años. Tampoco se podrá exigir más de un uniforme de uso diario y de educación física. Sin embargo, la falta de uniforme por razones económicas no podrá privar al estudiante de participar en las actividades académicas.