Economía

“No está en nuestras manos encontrar más gas”

Cortesía

Lilian Mariño Espinosa

Se ha hablado de ser económicamente eficientes. ¿Qué propuestas llevarían a esto?
Lo que nosotros estamos viendo, y que se ha venido discutiendo, es generar más contratos, ya que el mercado dice que no consigue suficiente oferta, y que parte de eso es debido, no a que no haya suficiente energía, sino que no hay oferta a precios que convengan. Entonces lo que vamos a mirar, además de mantener la confiabilidad, es cómo diversificar la canasta y tener, de algún modo, oferta energética que sea de precios más bajos. 

Analizando que en 2019 se acaba el cargo actual que cubre a las plantas a líquidos, y que las nuevas no han entrado, ¿cómo sería la transición?
Hay que hacer una aclaración y es que no se busca sacar a las plantas a líquidos sino que la idea es que estas vuelan a su combustible original. Hay que recordar que en un principio, estas plantas no se construyeron para ser utilizadas con líquidos, sino que necesitaban gas. En ese momento el cambio se hizo de forma transitoria cuando vimos que el mercado de gas se estaba achicando. Entonces lo que se pretende no es sacar esas plantas, sino que vuelvan otra vez a generar con gas. Eso sí, uno visualizaría que el crecimiento futuro de nuevas plantas sea con otras tecnologías que no requieran gas. 

No obstante, es muy importante aclarar eso, porque hay quienes ponen en boca de la Creg que lo que queremos es acabar o mantener esas plantas en las condiciones actuales, cuando lo que buscamos es que las tecnologías coexistan y en el futuro, el mercado siga creciendo con una matriz más diversificada. 

¿Cómo garantizar que esas plantas tengan gas?
Estamos trabajando con el Ministerio de Minas y con la Upme para que se hagan los desarrollos que se necesitan. 

Ahora, no está en nuestras manos hacer que aparezcan nuevos campos de gas, porque eso depende de la exploración y no se planea sino que aparece. En ese orden de ideas, la solución que ponemos nosotros son las plantas de regasificación. Ya tenemos la del Atlántico, que entrará este año, y nuestra idea, que es lo que la Upme propone, es que haya otra en el pacífico. Además tocaría hacer las inversiones en transporte. 

¿Qué faltaría en regulación para que entre la planta a tiempo y no volvamos a estar desprotegidos?
Es un proceso que requiere  tiempo y estamos trabajando en eso. Para poner en contexto, nosotros hemos vivido en los últimos 15 años en una permanente expectativa de que va a aparecer gas el año que viene. Se hablaba con los productores y decían que en dos o tres años iba a aparecer el gas necesario. Así que eso se esperaba. Claro, ellos lo hacían confiando en los descubrimientos, pero la realidad es que eso no se materializó en cantidades suficientes. Apareció gas pero no en las cantidades para decir: ¡listo solucionamos el problema! Por eso las decisiones se fueron aplazando. Entonces finalmente, dadas esas circunstancias, se tomó la decisión de hacer la planta del Atlántico y hoy se piensa en la del pacífico. Ahora, volviendo a la pregunta concreta de los pasos. La Upme ya sacó el plan de expansión, que está en revisión y que incluye a la planta, y faltaría que ese plan sea acogido por el Ministerio de Minas. 

Paralelamente nosotros estamos trabajando en la regulación para que eso se concrete.  Lo que planeamos es sacar una resolución en este semestre, de aquí a noviembre. 

La opinión

Luiz Barroso
Presidente de la Empresa de Pesquisa Energética
“La idea es encontrar un balance entre confiabilidad y costo eficiencia. Se requeriría la creación de un mercado de contratos muy líquido”.