Nuevos retos para porcicultores con la entrada de importaciones de EE.UU.

¿Cuál es el balance de 2015?
Fue un año bastante retador por la devaluación y la forma en que se comportó la economía, que venía con unos crecimientos más fuertes, pero cayó en una situación más compleja.

¿Cómo impactó la devaluación en los costos?
El impacto todavía no se ha sentido, posiblemente se evidencie con más fuerza el próximo año. No es sostenible ese sobrecosto de 25% en la cadena sin transmitírselo al consumidor. Hasta ahora en alguna medida lo han absorbido los productores, lo que implica menor rentabilidad para ellos. Lo cierto es que vemos el otro año más retador que este teniendo una tasa de cambio tan alta y tal incertidumbre con el dólar.

¿Les significó alguna ventaja en términos de competencia con otros países productores?
Sí. Hubo una disminución de las importaciones que calculamos para final de año termine cerca de entre 15% y 18%. Esto representa una recuperación del mercado nacional, pues en 2014 la participación del producto externo fue de 19%.

¿Cómo cree que se comportarán esas importaciones?
Este año fue el último con arancel (entre 4% y 6%) en el proceso de desgrabación del TLC con Estados Unidos que fue negociado a cinco años, los cuales se vencen en 2015.

¿Le preocupa eso?
Este sector tiene una situación de protección negativa: puede entrar carne de cerdo sin arancel de Estados Unidos, pero nuestros insumos para la producción si entran con arancel, lo cual es injusto y fue mal negociado. Llamamos al Gobierno para que corrija ese error. Las grandes tareas son seguir con la expansión del mercado, mejorar nuestros indicadores, ser más competitivos y exportar a países con oportunidades.

¿Cómo espera que cierre 2015 en producción?
Este fue un año de muy importante crecimiento. En número de cabezas alcanzamos un incremento de 12% llenando a 3,6 millones; es importante tener en cuenta que en 2008 apenas eran 2,1 millones. Si lo miramos en peso hablamos de 315.000 toneladas este año, lo que representa 13,3% más producción de carne de cerdo respecto a 2014 y en 2008 no superaba las 170.000 toneladas. Este es un sector de altísima expansión a nivel nacional.

¿Cómo se comportó el consumo y qué meta tienen?
Estamos cerrando en cerca de ocho kilos per cápita, mientras que en 2009 era de cuatro kilos. En seis años duplicamos la demanda. Según nuestras proyecciones este crecimiento continuará de manera muy fuerte. Nuestro cálculo indica que en siete u ocho años volveremos a duplicar el consumo.

¿Un posible aumento en el precio de la carne afectaría el consumo que han logrado?
Por supuesto, aunque consideramos que de todos modos el crecimiento va a ser positivo, pero llegará el momento en que los incrementos al consumidor sean proporcionales a los del productor, porque más de 80% de los costos obedecen a productos importados.

La opinión

Andrés Valencia
Presidente de Fenavi
“El año entrante vamos a ver la misma situación de insumos altos, especialmente maíz, lo que le pondrá más presión a los costos de producción”.