Economía

Ocho aspectos del sector palmicultor que el nuevo ministro de agricultura deberá colocar en su agenda

Juliana Ramírez Prado

En el marco del XLI congreso nacional de cultivadores de Palma de Aceite, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural Francisco Estupiñán y el ministro saliente Juan Camilo Restrepo, recibieron la bienvenida y despedida respectivamente por parte del sector palmero.

Asimismo, en voz de Jaime Vásquez miembro de la junta directiva de Fedepalma, se les fue relacionado ocho acuerdos que deberían de estar en la agenda de la cartera y que tienen como finalidad seguir generando desarrollo al sector.

El primer punto, fue el tema sanitario, donde el sector palmicultor demostró gran preocupación por la devastación de enfermedades letales como la pudrición del cogollo. Se puntualizó que si bien existen políticas y líneas de ayuda, el sector necesita ayudas enfocadas a la prevención de la enfermedad. Por otra parte, esta el fortalecimiento del ICA para hacer una efectiva actividad regulatoría, pues la entidad tiene buenas intenciones, pero se ve débil cuando quiere ejercer el poder. En el tercer punto, se ubicó el financiamiento del sector, aunque se recibió con gran agrado la aprobación de la línea de financiamiento para Puerto Guiches y Tumaco, es importante extender la línea en todo el país.

Seguido, se habló del desarrollo de mercado para el aceite crudo de palma, ya que sino se genera ese mercado, la oferta exportable será mayor. La competencia ilegal y la ilegalidad del comercio de aceites, también fueron otros aspectos a tener en cuenta, los cuales fueron ejemplarizados con la llegada de aceite refinado o crudo de Ecuador, que se introduce en el mercado con practicas inadecuadas según Fedepalma. Otra preocupación de los palmeros fue la restitución de tierras, pidieron protección, garantías y respeto para las tierras y finalizaron sus peticiones con la necesaria reforma del Incoder, la necesidad de crear una agencia nacional de riego para formular los esquemas adecuados para las regiones y la política de control de precios de insumos, pues muchas veces son victimas de una carrera comercial.