Economía

Origen de las inversiones dividen a gremios y campesinos frente al plan de desarrollo

Paula Delgado

El enfoque rural de la propuesta reconoce que “en el campo se concentran los principales problemas de pobreza, falta de educación y falta de infraestructura, además de muchos de los problemas de violencia y narcotráfico”, por lo que promete redoblar su atención para modernizar sus condiciones. 

Es así que el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Simón Gaviria, advirtió sobre la importancia de comenzar “por lo más básico”:  tener cartografía, catastro, títulos de propiedad y vías de acceso. 

Si bien el Gobierno Nacional se trazó metas puntuales respecto a la reducción de la pobreza, el índice de desigualdad (Gini) y el desempleo, el aporte de los productores será clave para alcanzar tales propósitos conforme le apuesten también a lograr competitividad, productividad y rentabilidad en el campo. 

Los gremios afiliados a la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) coincidieron en que el incremento en las escalas de producción agropecuarias, que le apunta a convertir la actividad en una industria, será resultado de la contribución de modelos asociativos y empresariales. 

“Cabe un mayor reconocimiento de la legitimidad e importancia de la cultura empresarial moderna y el interés privado en el desarrollo agropecuario y rural”, aseguró Rafael Mejía, presidente de la entidad, haciendo referencia a los aspectos que, consideran, deben mejorar en el documento. 

Sin embargo, a las organizaciones campesinas les sigue preocupando que se obligue a los productores a “asociarse con empresarios en relaciones inequitativas, lo que genera grandes pérdidas para la población”, tal como dijo Aída Pesquera, directora de Oxfam, confederación internacional que promueve la eliminación de la pobreza. 

Al respecto, el senador Jorge Robledo se refirió a un artículo que habla de promover proyectos de gran envergadura que involucren a pequeños productores e inversionistas en condiciones equitativas.

“Esta política agraria en las condiciones actuales podría ser la más retardataria de la historia del país”, aseguró, al tiempo que se refirió a las observaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) en liberalización comercial del sector “que buscan su beneficio” argumentando que un desarrollo moderno. 

El sector agropecuario, como ningún otro renglón de la economía, está implícito en los tres pilares del PND en la medida en que la equidad se mide sobre las brechas entre la calidad de vida urbana y la rural, la eventual firma de la paz se consolida en el campo y el derecho a la educación se promoverá desde el enfoque territorial. Así mismo, se apuesta a una estrategia de crecimiento verde desde la explotación sostenible de los recursos.

Pero esta discusión apenas comienza, pues ayer el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, radicó en la Secretaría de la Cámara de Representantes el documento que en marzo deberá estar aprobado, por lo que comenzará a debatirse en las comisiones económicas del Congreso. 

Políticas que amenazan el sector  
El PND contempla inversiones en el sector por $49 billones en cinco frentes. Sin embargo, el presidente de Fenavi, Andrés Valencia, advirtió que en el articulado hay por lo menos tres micos que “se convierten en serias amenazas para el sector”: el uso de los fondos parafiscales para el programa de Beneficios Económicos Periódicos, la facultad del Ministerio de Agricultura en la elección de la junta directiva de estas figuras y la posibilidad de usar el suelo agropecuario para programas de vivienda de interés social y prioritario.

Las opiniones

Aída Pesquera
Directora de Oxfam 

“En el PND hay nuevas modificaciones legislativas respecto al uso de la tierra, entre ellas la acumulación de lotes alguna vez baldíos”.

Rafael Mejía
Presidente de la SAC 

“El documento de bases debe abordar con mayor coherencia la necesidad de un impulso decidido de la inversión productiva en el sector”.

Jorge Robledo
Senador de la República 

“La política agraria de Estado que se plantea en el Plan Nacional de Desarrollo podría ser la más retardataria en la historia de Colombia”.