Energía

“Para 2050, la realidad es que al menos 80 países van a seguir demandando carbón”

En un escenario de altos precios del carbón y transición energética, Fenalcarbon considera que se debe tener una matriz energética balanceada y ser autosuficientes

Daniela Morales Soler

Por cuenta de la crisis entre Rusia y Ucrania se han desencadenado consecuencias en distintos frentes. Uno de ellos es en el precio de los energéticos, como el carbón y el petróleo que provenían de Rusia. Este viernes, el precio por tonelada estaba sobre US$400, mientras que en mayo de 2020, por ejemplo, su precio rondaba los US$30. Carlos Cante, presidente de Fenalcarbon, señaló que esto impactará los ingresos de la nación, pero también demuestra la necesidad de matrices energéticas balanceadas.

¿Qué está pasando en el sector, que según el Dane no recupera sus niveles de prepandemia?Esto tiene que ver con un fenómeno y es que la comparación con 2019 tenía incluída la producción de 14 millones de toneladas del proyecto Prodeco que desde inicio de 2020 no está produciéndose más pues se paró el proyecto. Si se quita este efecto hemos crecido en materia de producción y exportaciones. Esto quiere decir que este dato no tiene que ver con los efectos de la pandemia sino una decisión que tomó Glencore.

Probablemente recuperar esta producción no va a ser tan posible. Hay un proceso de adjudicación de esas áreas y que antes de terminar este gobierno pueden estar asignadas. Sin embargo, advertimos que ese proyecto tal y como lo tenía Glencore no va a ser posible continuarlo y quien adquiera esas áreas tengan una producción menor, entre ocho y 10 toneladas. Pero falta por lo menos un año y antes de 2023 no vamos a ver equilibradas las cifras previas a la pandemia.

Fuera de eso nuestra producción ha venido en un incremento y por ejemplo en Córdoba pasemos de una producción histórica de un millón de toneladas de carbón térmico a tres millones de toneladas este año. Y al interior del país también veremos un incremento cercano a una tonelada. El incremento en otras zonas puede estar cercana a tres millones.

Espera que este año se asignen las áreas de Prodeco, ¿cómo analiza la adquisición de esos títulos y la competencia por obtenerlos?
Glencore salió de ese proyecto porque en los términos en los que estaba planteado no le resultaba favorable. Dado el momento de precios que llevaba viviendo el carbón térmico, el proyecto era insostenible.

La reasignación de esas áreas implica una renegociación para los nuevos adjudicatarios del proyecto. Esto incluye una menor producción, que cambia el esquema financiero y lo hace más viable.

Hay empresas interesadas y varias se han acreditado para iniciar el proceso y seguramente habrá una puja, pero en condiciones diferentes.

Nuestra producción es inferior a las que se había visto en otros años. ¿Qué explica esto? ¿Se podrá recuperar?
Lo que teníamos en años como 2016 y 2017 era una expectativa de crecimiento con base en la expansión de proyectos de gran minería. Eso nos llevaba a pensar que hacia 2018 íbamos a tener una producción de 100 millones de toneladas, ahora las situaciones han cambiado por cuestiones de orden administrativo que han impedido la ampliación. En algunos casos se deben resolver temas de consultas previas, licenciamiento ambiental y demás.

LOS CONTRASTES

  • Juan Camilo NariñoPresidente de ACM

    “Esta es una industria que ha contribuido al desarrollo. Tenemos un compromiso grande con el país y ejercemos nuestra labor con los más altos estándares”.

La expectativa es que esto se resuelva y se pueda seguir avanzando, pero no veo tan cercano volver a niveles de 2017. Creo que vamos a oscilar entre 60 y 65 millones de toneladas.

¿Qué va a pasar con la producción ahora que los países europeos están demandando más y hay un alza de precios?
La coyuntura de precios es importante, pero no hay señales de estabilidad a futuro claras que les permita a los inversionistas avanzar en la ampliación para poner mayores volúmenes en el mercado. No solo se necesita resolver esas situaciones administrativas y ampliar estos proyectos requiere una mayor maquinaria, por ejemplo, que con todos los problemas de las cadenas logísticas están retrasados los pedidos entre 18 y 24 meses.

Por ejemplo, en el caso de Europa hoy está pidiendo carbón. Nosotros en 2008 mandábamos la mitad de la exportación allá, pero las señales en materia de transición nos hicieron cambiar, con lo que ahora mandamos solo 10% allá. Hemos logrado garantizar nuevos canales comerciales y socios, que por la situación coyuntural no vamos a cambiar. Así mismo la capacidad de ampliación requerida para cubrir la demanda de Europa no está a la vuelta de la esquina.

¿Cuáles son los principales destinos de exportación?
Nuestros principales mercados están en América Latina, Brasil, México; Eurasia, el sudeste asiático y esa región son los que más reciben.

Pese a que no van a aumentar la producción por la demanda coyuntural, sí va a haber un incremento en la producción este año. ¿Esa oferta adicional para dónde iría?
Mucho de lo adicional está llegando hoy a India, que está demandando mucho. Mucho de nuestro carbón también va para China. Hoy estos mercados son los mayores demandantes de carbón.

¿Hacia el largo plazo cómo prevé que evolucionará la demanda?
Lo que está sucediendo en Europa demostró que los países deben tener matrices de energía balanceadas que no excluyan ninguna fuente y que garanticen estabilidad en el suministro. Si las matrices se van a transformar sin la capacidad de almacenamiento que requieren las renovables no convencionales, pues la crisis en soberanía energética va a ser total como está sucediendo en Europa. Depender de otros países o de fuentes que no se controlan es un riesgo. Si la transición se basa en gas y no lo tiene, se está sometido a esas condiciones.

Hay 80 países con matrices basadas en el consumo de combustibles fósiles, particularmente de carbón. Esos países han dicho que no se les puede obligar a ceder fuentes confiables y económicas.

Lo que determina el comportamiento de la economía mundial es el crecimiento poblacional y está fundamentado en los países que están dispuestos a seguir demandando estos combustibles.

Por eso a 2050 la realidad es que al menos 80 países van a seguir demandando carbón, porque va a haber mayor población. Probablemente, la participación de ese combustible en la matriz sea menor, más o menos en cinco puntos porcentuales pasando a 25% para ese año, pero que al ser mayor demanda significa un escenario muy similar.

Hoy en el mundo se demandan cerca de 7.000 millones de toneladas de carbón térmico y eso será más o menos lo mismo para dentro de 28 años.

Ustedes habían tenido problemas con las exportaciones por el Puerto de Barranquilla y firmaron un acuerdo con Asoportuaria para mejorar esta situación. ¿Qué ha pasado con estas dificultades logísticas?
Los puertos de Barranquilla son la principal puerta de salida de coque, con poco más de 70% de la totalidad. Dados los problemas históricos del canal de acceso, hemos tenido una serie de inconvenientes porque no es lo mismo sacar barcos de 50.000 toneladas que de la mitad. Los costos logísticos se incrementan de forma importante y como muchas veces no tenemos la seguridad de tener un buen calado para sacar buques con mayor carga, casi que estamos resignados a sacar barcos pequeños.

La única solución posible es la alianza público privada que va a permitir desarrollar una gran cantidad de obras para mejorar el calado del canal de acceso. Estas no son obras que están a la vuelta de la esquina, porque es un proceso que adjudicándose a mediados de este año, no estará listo antes de cinco a siete años. Lo que nos ofrece este puerto se ve nublado por efectos de su baja capacidad en ciertos momentos del año.

¿Siguen teniendo que mover carga hacia otros puertos por los problemas de calado?
Sí. Hoy estamos viendo un incremento en la movilidad por ejemplo en Tolú, La Guajira o incluso por Buenaventura. Esto es porque las empresas están haciendo nuevas apuestas logísticas que les permitan garantizar eficiencias dadas las circunstancias. Hay empresas que salen por otros puertos e incrementan sus capacidades logísticas y algunas se quedarán así.

Este año estamos viendo precios del carbón, incluso por encima de US$400 por tonelada ¿qué estimación tienen con respecto a las regalías e impuestos que dejaría el sector este año?
Ya hoy, al nivel que estamos en materia de regalías e impuestos fácilmente el año se puede estar liquidando al doble de lo que observamos en 2020 y 2021, que pueden estar alrededor de $1 billón. Perfectamente para 2022 puede estar por encima de $2 billones dado el nivel de precios.

Tenemos que tener en cuenta una realidad y es que exportar nuestro carbón no es sencillo, los costos logísticos son cada vez más altos, los fletes están a un precio muy alto, de forma que hay ineficiencias de mercado que nos penaliza demasiado.

Eso nos lleva a un punto que hemos dicho y es que los precios de los energéticos tan altos es una situación que no le conviene a nadie en el largo plazo. Esto genera impactos en todos los bienes y a una posible recesión económica que se empieza a advertir.

Los precios en Europa se han puesto en niveles casi impagables y dado que venimos de pandemia, los Estados no están dispuestos a financiar más subsidios por su situación fiscal. Esa ralentización de estas economías se puede transmitir muy rápido a los demás países y puede implicar desaceleración de los ritmos de producción, disminuyendo la demanda de energéticos.

¿Tienen un cálculo de ese incremento en costos logísticos de cuánto es?
Es absurdo. En los últimos dos años se habla de que los fletes han incrementado más de 30% y todos los días hay un cálculo nuevo que hace que los fletes sean cada vez un costo más sustancial de poner carbón en el mercado.

Si bien no esperan que los precios incentiven un aumento de producción, ¿qué proyectos están en marcha?
El año pasado se reactivó el proyecto de CNR y este año van a poner probablemente dos millones de toneladas. Drummond está casi en su capacidad máxima; Cerrejón depende de decisiones de carácter administrativo. Lo que sí está creciendo es la mediana minería de Córdoba, que dadas las circunstancias actuales son eficientes. Estos son proyectos que en cinco años pueden pasar de 1,5 millones de toneladas a cinco. En el interior del país hay proyectos de pequeña y mediana minería que se han venido replanteando y vamos a incrementar en un millón de toneladas de carbón metalúrgico. Hay expectativas de varios proyectos que sumados en los próximos años pueden agregar entre siete y 10 millones de toneladas entre metalúrgico y térmico.

Se ha hablado sobre las exportaciones de carbón y petróleo en medio de la campaña electoral. ¿Cómo evalúa el ambiente social en torno a estos energéticos?
Hay una gran campaña de desinformación por parte de actores en contra del modelo con un componente de extracción de recursos minerales. Si hay algo que está claro es que en las zonas que se llevan a cabo estas actividades es que no solo se generan oportunidades de trabajo digno y bien remunerado. Hay que romper el mito de que esto es de multinacionales, estamos hablando de que 1.200 títulos mineros y unas 6.000 operaciones y las multinacionales realmente son pocas. Estamos seguros de que hay que mejorar los estándares, sin duda.

TEMAS


Fenalcarbón - Carbón - Exportación de carbón