Economía

Peajes en vías, el calvario para el plan retorno

David "Chato" Romero

Sin embargo, en una coyuntura donde la infraestructura es la locomotora favorita del Gobierno Nacional para apalear la desaceleración del crecimiento económico, la operación tortuga que se vive en algunos operadores de recaudo de peajes en el país, le daña el regreso a más de una familia en Colombia. 

LR se puso en la tarea de viajar cuatro veces por un corredor vital para la movilidad del sur del país. El corredor entre Bogotá Girardot, administrado por la concesionaria del mismo nombre y con dos peajes que están bajo la responsabilidad de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). 

Se escogieron cuatro fechas de bajo tráfico y sin entrar ninguna operación retorno formal por parte de las autoridades: 26 y 30 de diciembre en 2015 y primero y seis de enero en 2016.

Durante los cuatro viajes, en ningún tramo se presentó congestión vehicular, salvo el kilómetro previo a la llegada de los peajes de Chusacá y Chinauta (ver fotos en la web). Incluso, la entrada a Bogotá resultó ser un mal menor comparado con la congestión de las casetas. 

En una vía de doble calzada, en el que la velocidad máxima permitida es de 80 kilómetros por hora, recorrer un kilómetro no debe tardar más de un minuto en un día de poco tráfico. 

Para sorpresa de los usuarios de la vía, el tiempo registrado en recorrer el kilómetro previo a las casetas de los peajes estuvo en un mínimo de ocho minutos (el 6 de enero de este año) y un máximo de 45 minutos, registrado el 30 de diciembre pasado.

Ni qué decir de lo que reportaron los ciudadanos que transitaron el domingo 3 de enero para iniciar el retorno a Bogotá y en el que las demoras ya pasaban de la hora y media.  

LR presenció que la congestión del peaje de Chinauta pasaba de los tres  kilómetros de extensión, con todo y que las autoridades tenían previsto un plan de contingencia. Se buscó hablar con el concesionario sin obtener una respuesta. 

La explicación que la Policía de Carreteras le dio a los ciudadanos es que la congestión es producto del alto tráfico de la vía. La solución, a luces plenas, recae en la implementación del peaje electrónico que el Gobierno espera llevar a cabo en el segundo semestre de este año. 

La ministra de Transporte, Natalia Abello, ha insistido que la obligación del concesionario es tener unas buenas casetas de peajes que se complementarán con los peajes electrónicos.

Vale recordar también que en los planes de la Vicepresidencia de la República, que lidera el tema de la infraestructura, también se encuentra otra solución con la ampliación de este corredor para que se tengan, en algunos tramos, tres carriles por sentido.

El director de la ANI Luis Fernando Andrade aseguró que “nuestra apuesta es que en la medida que implementemos más peajes electrónicos facilitemos la movilidad en las carreteras”. Y mientras la solución llega, el panorama de los trancones en los peajes se repite en corredores como Guaduas - Villeta; Ibagué - Cajamarca, entre otros. 

Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional, coincide con la salida al atasco en las carreteras al señalar que “la solución al cuello de botella estará en la medida que el Gobierno adopte mecanismos de virtualización o peajes electrónicos”.  Por ahora, lo único que podrían coincidir las autoridades, los expertos en movilidad y los usuarios, es que al transitar por las carreteras, bien sea de calzada sencilla o doble, se arme de paciencia, pues más allá del plan de contingencia, en una operación retorno el trancón no será el gran ausente. Así que para el puente que viene aliste su vehículo para que el trayecto sea cómodo. 

La opinión

Stalin Rojas
Dir. Observatorio de movilidad U. Nacional

“La solución al cuello de botella que está presentándose con los peajes está en que el Gobierno adopte mecanismos de virtualización”.