Petro anunció que alza del salario mínimo tendrá en cuenta canasta vital de una familia
miércoles, 24 de diciembre de 2025
El presidente Gustavo Petro tendrá plazo hasta el próximo 30 de diciembre para fijar, vía decreto, el incremento definitivo
A pocos días de que finalice el año, en Colombia crece la expectativa por la definición del salario mínimo que regirá en 2026. El tema volvió al centro del debate luego de la alocución presidencial del 23 de diciembre, en la que el primer mandatario Gustavo Petro dio a conocer las primeras señales sobre el aumento que recibirán los trabajadores.
La discusión quedó en manos del Gobierno después de que no se alcanzara un consenso en la mesa de concertación entre empresarios y trabajadores. Ante este escenario, el presidente tendrá plazo hasta el próximo 30 de diciembre para fijar, vía decreto, el incremento definitivo.
Durante su intervención, Petro afirmó que el país avanzará hacia la adopción de un “salario mínimo vital”, una figura que, según explicó, se ajusta a los estándares promovidos por la Organización Internacional del Trabajo, OIT.
El jefe de Estado sostuvo que este tipo de salario debe ser suficiente para garantizar condiciones de vida dignas a los trabajadores y sus familias, respondiendo a las necesidades reales de los hogares colombianos.
De hecho, la OIT señala que el salario mínimo vital busca asegurar un nivel de vida adecuado y que su cálculo debe apoyarse en metodologías basadas en evidencia, procesos transparentes y consultas con los distintos actores del mercado laboral, teniendo en cuenta las realidades económicas, sociales y regionales de cada país.
De manera general, la organización internacional explica que este ingreso debe permitir cubrir una canasta básica efectiva, que contemple alimentación, vivienda, salud, educación, transporte, vestuario, así como un margen para imprevistos y participación social.
La OIT también subraya que la definición de este salario debe darse en el marco del diálogo social, mediante la negociación colectiva y consultas tripartitas entre el Gobierno, los empleadores y los trabajadores.
"Los salarios vitales no deben ser un enfoque único y deben reflejar las diferencias locales o regionales dentro de los países", señaló el documento que esboza los detalles del acuerdo sobre salarios vitales de la OIT, y añadió que una estrategia sostenible para promover salarios vitales, "debe ir más allá del ámbito de los mecanismos de fijación de salarios por sí solos e incluir una consideración más amplia de factores".
En su alocución, Petro expuso que entre 2019 y 2022, en el gobierno de Iván Duque, el salario mínimo real cayó 1,4%, mientras que de 2023 a 2025, el actual gobierno lo subió 17,7%.
“Ha subido y va a subir más. Este es el cambio y quiere decir que hay más riqueza para el pueblo trabajador de Colombia porque ese 17,7% también es cerca de cuatro veces lo que subió entre 2015 y 2018 cuando tuvo un aumento de 4,7%, dijo.
Añadió que en 2022 el mínimo estaba en un millón de pesos, monto que subió a $1,16 millones en 2023 cuando se acordó un incremento de 16%. Después se decretó otra alza de 12,07%, que lo puso en $1,3 millones y que rigió en 2024. Para 2025 el salario quedó en $1,4 millones, luego de que se decretara un aumento de 9,54%.
La estimación del salario vital
Para estimar las necesidades de los trabajadores y sus familias, se utilizaron encuestas de ingresos y gastos de los institutos nacionales de estadística (INE). En el caso de Colombia, la fuente fue la Encuesta Nacional de Presupuestos de los Hogares, Enph, 2016-2017.
La Enph recoge información detallada sobre los ingresos y los patrones de gasto de los hogares colombianos, lo que permite obtener estadísticas representativas del consumo en todo el territorio nacional. Esta encuesta abarca un total de 87.201 hogares y 291.950 personas.
El estudio se realiza con una periodicidad de 10 años, por lo que la última medición disponible corresponde al periodo 2016-2017. Para actualizar los resultados, se emplearon datos de inflación desagregados por grupos de consumo, con el fin de ajustar las estimaciones hasta 2024.
De acuerdo con la metodología de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, las familias que consumen lo justo para cumplir con los requerimientos nutricionales diarios se identifican a partir del nivel de gasto y de la ingesta calórica del hogar. En el caso de Colombia, el análisis por quintiles muestra que el quintil 2 es el que más se aproxima al requerimiento calórico recomendado de 2.950 calorías diarias por adulto equivalente, con un consumo promedio de 2.856 calorías y un gasto mensual cercano a $1,23 millones. Este grupo es utilizado como referencia para estimar el costo de una canasta básica que garantice una alimentación adecuada, sin excesos ni carencias, dentro del cálculo del salario mínimo vital.
Además, usan el tamaño familiar promedio, es decir, de cuatro miembros. En la estimación del salario mínimo vital, la OIT también incorpora los costos asociados a educación y salud, componentes esenciales para garantizar un nivel de vida digno. Para un hogar promedio de cuatro personas en Colombia, estos gastos han mostrado un aumento significativo en los últimos años: mientras que en 2017 el costo mensual combinado de educación y salud se estimaba en $106.994, para 2024 este valor asciende a $154.606.
Otro rubro que considera la OIT es la de 'otras necesidades', un segmento que también subió su estimación: mientras en 2017 el costo mensual era de $619.460, en 2024 subió a $827.549.
La OIT advierte que las necesidades básicas y su costo varían de manera significativa según el tamaño del hogar, un factor clave en la estimación de un salario mínimo vital. En Colombia, los cálculos muestran que mientras en 2017 el costo mensual para cubrir una canasta básica era de $628.631 para una persona, este monto se elevaba a $1,9 millones para una familia de cuatro miembros. Para 2024, el impacto del aumento de precios es aún más evidente: el costo estimado asciende a $966.599 para un hogar unipersonal y a $2,9 millones para una familia de cuatro personas.